Las dudas sobre la solvencia de la deuda persisten y la prima de riesgo española vuelve a dispararse hasta alcanzar los 200 puntos básicos. Una batería de malas noticias castiga al bono español, cuya rentabilidad se eleva al 5,41%. Grecia, Irlanda y Portugal –vía Finlandia- se erigen como los icebergs que amenazan al trasatlántico español.
La solidez de España, que ayer Zapatero comparó con “un poderoso trasatlántico†que “va a seguir navegandoâ€, vuelve a ponerse en entredicho por el mercado. España logró esquivar las malas noticias del rescate de Portugal, lo que llevó a aventurar su salida de los países perifíéricos del euro.
Pero el destino de la deuda española sigue ligado al de estos países. Ayer ya hubo un primer aviso, pero las noticias de los tres países más afectados por la crisis de deuda soberana, parecen confirmar el regreso de España a los problemáticos PIGS.
Primero Grecia. Ayer los intereses de la deuda griega a diez años se elevaron sustancialmente por la posibilidad de que el país heleno deba una reestructuración –con posible quita- por su deuda de 340.000 millones de euros, que supone más del 140% del PIB.
El ministro de Economía alemán, Wolfgang Schí¤uble, abrió la puerta a esta posibilidad, lo que fue desmentido por el Gobierno griego y contestado con la presentación de un plan de austeridad. Hoy, el director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn, ha expresado su confianza en que Grecia pueda superar su situación. El mercado no lo ve tan claro y castiga la cotización de la deuda helena y del resto de perifíéricos.
Tambiíén Irlanda. Moody´ ha rebajado hoy en dos escalones la nota de solvencia de Irlanda, hasta "Baa3" desde "Baa1", lo que implica apenas un peldaño por encima del grado especulativo o "bono basura".
Y por supuesto Portugal, aunque de forma indirecta. Un posible triunfo de partidos menos europeístas en Finlandia en las cercanas elecciones legislativas podrían votar contra el rescate luso.
Además del castigo a la deuda, los temores sobre Europa (y las cifras de inflación en China, superiores a lo esperado) impiden una evolución positiva de las bolsas.
Todas estas dudas están lastrando la deuda de los países perifíéricos. Además de los 200 puntos básicos de diferencial del bono español a diez años con el alemán, la prima de riesgo irlandesa escalaba a 601 puntos básicos, con el interíés del bono a diez años situado en el 9,453%. El spread de la deuda portuguesa se colocaba en 564 puntos básicos, con un rendimiento del 9,049% para su bono. El riesgo país de Grecia llega a los 994 puntos básicos y su bono a diez años renta al 13,289%.