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Autor Tema: Los fondos de pensiones de empleo quieren influir en las empresas del Ibex  (Leído 693 veces)

Zorro

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Los fondos de pensiones de empleo quieren influir en las empresas del Ibex

Publicado en Expansión  por E. del Pozo/E. Calatrava.

Los sindicatos CCOO y UGT animan a las comisiones de control de los planes a ejercer el derecho de voto directamente y sin hacer delegaciones. El objetivo presenta varios escollos por sortear.

Los planes de pensiones de empleo quieren unirse para tener más poder de decisión en las empresas en las que invierten, especialmente en las del Ibex, donde estos productos cuentan con una inversión de 3.800 millones de euros (1% de la capitalización total de las cotizadas). Se trata de un objetivo a medio plazo y no exento de dificultades, pero su logro acercarí­a estos productos al funcionamiento de los grandes fondos de pensiones internacionales.

El camino por recorrer para llegar a esta meta es largo. Hasta este mismo año, prácticamente sólo dos grandes planes, el de Telefónica, gestionado por Fonditel, y el de Caja Madrid, administrado por la propia caja, han ejercido su derecho de voto en las juntas de accionistas de las empresas en las que participan. En 2008, el fondo de la Administración General del Estado (AGE), el mayor por partí­cipes, con 500.000, ha tomado la decisión de tener voz y voto en las juntas de las empresas de las que es accionista. El plan no ha ejercido en años anteriores este derecho, ni tampoco lo delegaba en la gestora o en las propias participadas, opción que eligen algunos planes. “Hasta ahora, sólo acudí­amos a una junta cuando nuestra gestora nos comunicaba que habí­a prima por asistencia”, señalan en el plan.

En la misma situación están los fondos de los empleados de las cajas de Jaíén, General de Granada y Galicia, el de Puertos del Estado, el de Briston y el de la Central de Almaraz. Otros planes, los de RTVE y BBVA entre ellos, están en proceso de recuperar la delegación de voto que realizaron a favor de un tercero o se plantean empezar a votar en las juntas. El plan de los empleados de La Caixa invierte en estas empresas, a travíés de fondos de inversión, por lo que no tiene derechos polí­ticos.

El proyecto de lograr una voz común para los planes de empleo tiene su origen en CCOO y UGT. Los representantes de los trabajadores están presentes en las comisiones de control de los planes y en algunos casos superan el 50% de sus integrantes. El resto suelen ser representantes de las empresas. El objetivo de estas organizaciones es poner las bases para lograr una sindicación de acciones entre los planes de empleo españoles.

Como paso previo, CCOO y UGT han elaborado un documento conjunto en el que se anima a las comisiones de control de los planes a ejercer directamente y sin delegación en terceros el derecho de voto, invitación que se extiende a las mutualidades de previsión social. Ambos sindicatos recuerdan que la nueva legislación de pensiones, que entró en vigor a finales del año pasado, obliga a los planes a ejercer estos derechos en beneficio exclusivo de los partí­cipes y beneficiarios. El informe de gestión anual de los fondos deberá reflejar la actuación de la comisión de control en este punto.

Pero la iniciativa, al menos inicialmente, tiene muchos escollos por sortear relacionados, entre otras cosas, con la falta de sistematización de este ejercicio. “Las comisiones se suelen reunir trimestralmente y esto no permite una actuación ágil”, señalan en un plan en el que añaden que es necesario adoptar mecanismos más ágiles como por ejemplo, la delegación de estas competencias al comitíé ejecutivo de los planes.

Para facilitar el trabajo, CCOO analiza los temas relacionados con cada junta y trasmite a cada plan esta información para que tome una decisión. Para un representante de la empresa en uno de los grandes planes de empleo, la iniciativa es una entelequia, ya que es costoso en medios y en tiempo. A esto se une el hecho de que los sindicatos no son mayorí­a en todas las comisiones de control de los planes y tendrí­an que consensuar el sentido de su voto con los representantes de la propia empresa, señala.

El activismo de los inversores crece con el fiasco de las ‘subprime’
La participación de los inversores institucionales, como fondos de pensiones y compañí­as aseguradoras, en la vida de las compañí­as españolas es aún muy leve comparada con lo que ocurre en EEUU. La judicialización de la vida pública americana hace que cada crisis económica se salde con demandas de accionistas a muestras de mala gestión por parte de los directivos y consejeros de las compañí­as afectadas. Ocurrió en el caso Enron y ha vuelto a ocurrir en banca con el fiasco de las hipotecas subprime.

El American Federation of State, Country and Municipal Employees ha sido uno de estos planes de pensiones, que ha presentado quejas y demandas por las píérdidas cosechadas en Bear Stearns, tras su debacle bursátil y obligada compra por JPMorgan, ví­ctima del huracán de la crisis hipotecaria americana. Algo similar ha ocurrido en el caso del banco suizo UBS, donde varios hedge fund han pedido que se separen los negocios de banca de inversión y venta minorista de la entidad suiza.

No financieras
Más virulenta es la oposición de dos firmas financieras, Centaurus Capital y Pardus Capital Management, que quieren cambiar el rumbo de la gestión de la consultora Atos Origin. En opinión de los expertos, como John Wilcox, presidente de Sodali, firma que asesora a las empresas en sus relaciones con sus inversores, la presencia activa de los inversores institucionales en las empresas no hará sino crecer por su profesionalización.

De manera que las compañí­as españolas cotizadas deben prepararse para un alza de las quejas y demandas en sus juntas de accionistas en los próximos meses, si llegan malas noticias con la desaceleración económica.

Los grandes planes ignoran las carteras por edad
Los grandes planes de pensiones no parecen dispuestos modificar su cartera de inversión para adaptarla a la edad de sus partí­cipes. La legislación abre, a partir de este año, esta posibilidad con la implantación de dos carteras siempre que la decisión no recaiga en el trabajador, sino que se adopte con carácter general para la plantilla.

Aunque aún es pronto para que los planes hayan tomado decisiones, existe poco interíés en esta medida que, según los sindicatos, no beneficia la rentabilidad de los partí­cipes. Las consultoras, Mercer y Watson Wyatt, entre otras, señalan que es necesario estudiar las caracterí­sticas de cada plantilla para analizar si les puede resultar interesante la implantación de dos cestas. Añaden que algunos planes de tamaño medio estudian esta posibilidad.




Voy del oro a Squirrel Media y tiro porque me toca.