Por... YARDENA SCHWARTZ
Cuando el auto de William Toro dejó de funcionar hace unos años, íél estaba corto de dinero y no tenía un acceso fácil al críédito. ¿Su solución? Una visita a su casa de empeño local, donde empeñó su cadena de oro por $625.
La respuesta de Toro a sus problemas de críédito a corto plazo es una a la que acuden un número cada vez mayor de floridanos. Desde que comenzó la recesión, el número de casas de empeño en el estado se ha casi duplicado, y cada una de ellas realiza cientos de transacciones mensuales.
Al habíérsele despedido despuíés que se le diagnosticó con problemas en el corazón, Toro tenía que manejar todos los días al míédico y no tenía ni el tiempo ni el dinero para un mecánico. Armado con el príéstamo, que eventualmente pagó para recuperar su cadena, Toro compró una nueva batería y un alternador. Despuíés de instalarlos íél mismo, el auto volvió a funcionar.
La casa de empeños volvió de nuevo al rescate hace unos pocos meses, cuando amenazaron con cortarle la electricidad si no la pagaba ese día. En 15 minutos, íél fue a la casa de empeño, cambió su brazalete de oro por $240 y pagó la cuenta de electricidad de su familia.
“No veo nada malo con las casas de empeñoâ€, dijo Toro. “Si estás en un aprieto y hay algo que te puede ayudar, ¿por quíé no usar los recursos que están disponibles?â€
No es un secreto que la recesión golpeó duramente a la Florida. La tasa de ejecuciones hipotecarias es la síéptima mayor del país y el desempleo es de un 10.6 por ciento – el cuarto peor en la nación – lo que lleva a más personas a las casas de empeño simplemente para poder seguir adelante. En efecto, la Florida se ha convertido en la capital de las casas de empeño de Estados Unidos, con 1,280 de las 10,000 en el país, de acuerdo con la Asociación Nacional de Casas de Empeño. Con una tasa de desempleo de un 13.4 por ciento, no es sorpresa que las 198 casas de empeño en Miami-Dade sean más que en cualquier otro condado en el país.
“No es como si pasaras a travíés de una investigación de críédito, poniendo a tu primogíénito como colateralâ€, dijo Toro. “Tu colateral es lo que tienes en tu manoâ€.
Las circunstancias económicas pueden estar trayíéndole más negocios a las casas de empeño. Antes de la recesión, la Florida sólo tenía 713 casas de empeño, de acuerdo con el Censo Económico 2007. Otro factor podría ser la popularidad de los programas de televisión como Pawn Stars.
“Las personas están haciendo lo que no necesitaban hacer antesâ€, dijo Ross Boghossian, cuya familia ha sido propietaria desde 1956 de Bella Pawn, en 12 NW First Steet. “Tenemos una persona que maneja un Ferrari, y necesita un príéstamo porque perdió a los inquilinos de los edificios y a los consumidores de los restaurantes. Necesita pagar su hipoteca, y como los bancos no están prestando, somos la última opción de las personasâ€.
Hay algo único sobre la popularidad de las casas de empeño en Miami, de acuerdo con los prestamistas locales. Hay muchas joyas que cruzan por sus mostradores.
Durante íépocas de abundancia, algunas personas invierten en bienes raíces o autos. En Miami, gran parte de esa riqueza compra joyería y relojes ostentosos, el material con que prosperan las casas de empeño, de acuerdo con Andy Arcila, un prestamista desde 1996.
“Las personas aquí, lo que ellos llaman bling bling , les gusta muchoâ€, dijo Arcila, administrador de Daddy’s Cash, en la 3033 NE Second Avenue. “Somos alardosos. Eso definitivamente ayuda, porque hay más cosas para empeñarâ€.
Una adquisición que pudo haber sido impulsiva cuando los tiempos eran buenos es actualmente un importante bien cuando los tiempos están apretados.
“Muchas personas están diciendo, ‘Sabes quíé, compríé esta cadena por $3,000 en los 80’ â€, dijo Boghossian. “Con los precios que tiene el oro, ahora vale $10,000â€.