Por... NICOLE WINFIELD
ROMA -- Los precios del arroz, trigo y otros alimentos clave permanecerán inestables y posiblemente aumentarán, y los agricultores y consumidores pobres, particularmente en Africa, serán los más afectados, informaron el lunes tres oficinas de alimentación de la ONU.
En un reporte anual sobre seguridad alimentaria, las agencias instaro a los gobiernos a cumplir sus promesas para compartir información sobre la proyección agrícola y niveles de reservas de alimentos para evitar oscilamientos en los precios como sucedió en 2006-2008 y que provocó un aumento de 8% en el número de desnutridos en Africa.
Las agencias que realizaron el informe fueron la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Programa Mundial de Alimentos y -por primera vez- el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola.
Tambiíén hicieron un llamado a una mayor inversión a largo plazo en los sectores agrícolas en los países pobres para que los agricultores puedan aumentar la producción y cumplan con la creciente demanda y enfrenten mejor las crisis alimentarias.
De no hacerlo, las agencias advirtieron que resultará en continuas fluctuaciones de los precios, lo que empobrecerá a los agricultores y consumidores en los países que importan alimentos e incluso un mayor nivel de pobreza en el corto y mediano plazo.
La FAO ha estado pidiendo a los países productores no tomar medidas drásticas como prohibir las exportaciones cuando la producción cae debido a sequías u otras razones. Este tipo de restricciones causaron los altos precios de los granos en 2007-2008.
En junio, las principales economías del mundo acordaron establecer un sistema transparente para tener un registro del abastecimiento alimenticio, creando reservas de emergencia y un rápido mecanismo de reacción cuando se produzcan sequías y otras calamidades.
Un estudio reciente pronosticó que los precios del cereal subirán 20% y los de la carne 30% en la próxima díécada en comparación con los últimos 10 años.
Mientras se espera que la población mundial aumente de 6.900 millones a 9.000 millones de personas para el año 2050, el problema de la alimentación mundial habrá cobrado una situación de urgencia.