El consejo de administración de Repsol YPF se reúne esta semana en un clima de entendimiento entre la compañía y Sacyr, cuya nueva dirección podría dar un giro a la anterior estrategia en la petrolera tras la destitución el pasado jueves de Luis del Rivero como presidente.
La reunión del miíércoles viene precedida de un encuentro "cordial y provechoso" el pasado viernes entre el presidente de Repsol, Antonio Brufau, y su nuevo homólogo en Sacyr, Manuel Manrique, quien apenas llevaba un día en el cargo.
La premura con la que se produjo el encuentro y la decisión de recibir a Manrique en la sede de Repsol suponen un gesto de aparente acercamiento entre la petrolera y la constructora, muy distinto al enrarecimiento de la relación desde que en agosto Sacyr cerrase su acuerdo con Pemex.
La reunión de este miíércoles se celebra en unas circunstancias tambiíén distintas a las que se produjeron en el último encuentro del consejo, el mes pasado, cuando el órgano cerró filas en torno a Brufau e instó a Pemex y a Sacyr a abandonar su acuerdo de sindicación accionarial por el 29,5% del capital.
Durante aquella reunión se evidenciaron además algunas de las diferencias internas en el seno de la constructora. Juan Abelló, accionista de Sacyr y consejero de Repsol, se ausentó de la reunión sin votar tras mostrar su rechazo al acuerdo con la petrolera mexicana, mientras que la constructora y su aliado anunciaron la impugnación de los acuerdos.
Desde ese momento, y una vez marcada la posición de la petrolera, fue Del Rivero, artífice de acuerdo con Pemex, quien se enfrentó sin íéxito a parte del accionariado de Sacyr. Mientras Sacyr seguía inmersa en la refinanciación del críédito de 4.900 millones de euros con el que compró el 20% de Repsol, Del Rivero anunció una sindicación con otros dos socios para controlar el 26,9% de la constructora, y poco despuíés fue destituido como presidente.
El ahora expresidente de Sacyr ocupa un asiento en el consejo de Repsol en calidad personal, y no como representante de la constructora, de modo que su destitución no implica su salida automática del órgano rector de la petrolera. Para ello se requiere su dimisión, tras lo que previsiblemente será el nuevo presidente de Sacyr, Manrique, quien ocupe un asiento en Repsol.
La principal incógnita tras la salida de Del Rivero es el futuro del acuerdo de sindicación con Pemex. Brufau no cejará en su rechazo al acuerdo, entre otras cosas porque tiene el mandato del consejo de administración de Repsol de defender los intereses de la petrolera ante el pacto de sindicación. Por este motivo, la ruptura del pacto se ha convertido en condición necesaria para recomponer las relaciones con Sacyr.
DESINVERSIí“N EN REPSOL
Mientras, los analistas de BPI y Ahorro Corporación especulan con la posibilidad de que Sacyr se desprenda de una participación de entre el 5% y el 10% de Repsol para, entre otras cosas, aliviar su situación financiera. Otros analistas, como los de BNP Paribas, dan por hecho que el siguiente paso será la ruptura del pacto.
En su acuerdo de sindicación, Sacyr y Pemex acordaban que, en caso de que alguno de los dos se desprendiese de acciones de Repsol, el otro socio tendría derecho de tanteo.