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Autor Tema: ¿Quíé dicen los gestores cuando no están las cámaras y los micrófonos delante?  (Leído 402 veces)

Orpheo

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Este pasado sábado asistí­ a una reunión medio profesional medio personal de antiguos amigos y ex compañeros en la gestión de patrimonios. Buena comida por cierto. Supongo que ninguno de estos gestores se sentirá incómodo si en mi nuevo papel de “cronista financiero” detallo en estas páginas algunos de los comentarios que se realizaron. Evidentemente no daríé nombres.

 

El motivo principal para publicar lo comentado en esta reunión es que cada dí­a leemos y escuchamos a distintos analistas y gestores dando su opinión sobre la actual crisis, y sus efectos sobre los mercados financieros. Pero esta opinión no recoge las dudas, la incertidumbre, el miedo y la tensión que sufren.

Evidentemente, ningún “experto” (nadie es experto en este escenario, pues nadie lo ha vivido antes) va a salir en un medio hablando sobre la confusión que tiene, o sobre lo difí­cil que le resulta decidir si es el momento de comprar o de vender. Ningún inversor particular quiere escuchar esas palabras, aunque en el fondo todos intuyan que la incertidumbre es generalizada. Pero conocer esto es un factor clave para hacer una composición de lugar real.

 

Las intervenciones que voy a relatar (las que considero más interesantes para el fin que nos ocupa), las he entrecomillado aunque no son literales, mi memoria no da para tanto. El motivo es dar al texto mayor viveza y agilidad, y recrear la reunión lo mejor posible. Aunque no literales, las palabras se aproximan mucho, y recogen perfectamente el sentido de lo que se querí­a decir.

 

“No recuerdo haber tenido en mi vida profesional una sensación de tanto desconcierto como ahora –este gestor lleva más de 20 años en un importante banco de inversión en el departamento de renta variable. En un momento los mercados suben un 1%, empezamos a verlos caer y caer preguntándonos el motivo, y a la hora media hora bajan un 1%. Luego vuelven otra vez a subir y recuperar lo perdido. Y no hay dato macro o microeconómico que lo justifique, ni una declaración especial que provoque esos movimientos. Es bastante frustrante”, afirma este gestor mientras apura la tarta de queso que pidió a los postres.

 

“Entiendo perfectamente lo que dices. Luego sale por ahí­ que el motivo de las subidas o de las bajadas es tal o cual rumor. Rumores sin sentido por otra parte. Podemos ver subidas verticales porque se comenta que Alemania está cerca de aceptar los eurobonos, cuando cinco minutos antes Merkel hace una declaración en la que afirma que no cambiará su negativa a la integración fiscal. Se hace más caso a un rumor que a las propias declaraciones oficiales”, responde otro gestor.

 

En este punto quiero hacer un paríéntesis. Es normal que hayan perdido credibilidad las declaraciones institucionales. Hagamos un ejercicio de memoria:

 

Antes de explotar la crisis griega se afirmaba que el paí­s tení­a los recursos suficientes para no necesitar la ayuda externa. Cuando esta fue requerida y las tensiones pasaron a Irlanda, diversas voces autorizadas europeas defendí­an categóricamente que Grecia era un caso aislado, y que Irlanda no era Grecia. Cuando Irlanda solicitó la ayuda, y la atención se puso en Portugal, se hicieron los mismos comentarios. Cuando se hablaba de la posibilidad de una quita en la deuda griega, las mismas voces la negaban con tal firmeza que daban ganas de creerles, sino fuera claro, porque los datos no daban lugar a otra interpretación. Es normal entonces, que la gente se pueda dejar llevar por un rumor de mercado que contradiga lo que acaba de afirmar Merkel.

 

Despuíés de este paríéntesis, sigamos con la reunión:

 

“Esta semana (por la pasada) he sido comprador y vendedor según el dí­a. Creo que emocionalmente estoy perdiendo la batalla”.

 

Este arrebato de sinceridad de otro gestor hay que interpretarlo dentro del escenario de mercado que planteaba. Esto gestor cree que finalmente el BCE no tendrá otro camino que adoptar el papel de garante de último recurso. Esto será muy alcista para las bolsas. El problema es desde quíé nivel. ¿Cuánto se tendrá que deteriorar la situación financiera (y con ella evidentemente los mercados), para que finalmente Alemania y el BCE se impliquen más en la crisis? Es fácil entender entonces que la querencia de este gestor sea a la compra (y más si tenemos en cuenta los bajos ratios fundamentales a los que están cotizando los mercados). Se entiende que si hay alguna señal que sugiera que su escenario es correcto, le díé a la tecla de compra. El problema es que esta señal puede no ser suficientemente clara, o simplemente falsa. Y con los mercados tan díébiles y sensibles, una compra equivocada puede provocarte importantes píérdidas.

 

“Lo mejor es quedarse fuera hasta que todo esto se aclare. Liquidez, liquidez y liquidez, esa es la postura correcta”, afirma otro gestor.

 

Los últimos datos de Asset Allocation indican que los gestores profesionales tienen uno de los mayores niveles de liquidez en sus carteras en años. La huida de los activos de riesgo es evidente. Como hemos dicho en otras ocasiones, los inversores particulares están fuera y tardará mucho tiempo hasta que retornen al mercado de valores, despuíés de una díécada perdida. Los fondos de pensiones e inversores institucionales mantienen una posición extremadamente defensiva. Los gestores profesionales hablan de “liquidez, liquidez y liquidez”, y sólo los fondos de cobertura y los programas de gestión automática tienen un papel activo en el mercado actual.

 

“No estoy del todo de acuerdo –respondí­a otro gestor a lo de liquidez, liquidez, liquidez. Tenemos las bolsas extremadamente baratas con respecto a la rentabilidad de la deuda pública. Aún en el peor de los escenarios, con una reducción sensible de los beneficios esperados, el ratio seguirí­a siendo atractivo. Creo que el miedo no nos deja ver que estamos en un momento histórico de compra. Quizás excluirí­a a las financieras, y no a todas, pero hay sectores que son compra. Clara compra. Eso es lo que creo”.

 

Estoy de acuerdo con este comentario. Como he defendido en otros artí­culos, es probable que las cosas deban empeorar más para que fuercen a tomar medidas definitivas. Es tambiíén probable que los beneficios empresariales caigan sensiblemente el próximo año, en un marco recesivo en toda Europa, pero a largo plazo, si consideramos íéste superior a 5 años (quíé es como deberí­an plantearse las inversiones en realidad), estoy convencido que nos encontramos en un momento histórico de compra (más en EE.UU. que en Europa), y que una cartera a estos niveles, presenta un importante potencial de beneficio.

 

“Prefiero equivocarme y perderme la primera parte de la subida, que despertarme un dí­a y darme cuenta que mi cartera tiene unas píérdidas del 30%”, respondí­a el gestor “liquidez, liquidez, liquidez”. Esta postura es entendible, aunque creo que los grandes beneficios se hacen cuando la “sangre corre en las calles”.

 

“No creo que quede mucho para que sepamos si es momento de comprar, o de quedarse fuera. La situación ha alcanzado un extremo (habla principalmente sobre las últimas subastas de deuda), que se está haciendo insostenible. O se toman las decisiones ya, o el caos que todos tememos, se va hacer real”, terciaba otro gestor, con el que estoy absolutamente de acuerdo.

 

Bien, eso es parte de los comentarios que se hicieron en esa reunión, y creo que son suficientes para mostrar una pequeña pincelada de lo que creen los gestores cuando no están las cámaras y los micrófonos delante. Espero que les haya resultado interesante, y que me vuelvan a invitar a la próxima reunión

http://www.capitalbolsa.com/articulo/81201/que-dicen-los-gestores-cuando-no-estan-las-camaras-y-los-microfonos-delante-.html


En individuos, la locura es rara; en grupos, partidos, naciones y épocas, es la regla", Nietzsche.

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“Prefiero equivocarme y perderme la primera parte de la subida, que despertarme un dí­a y darme cuenta que mi cartera tiene unas píérdidas del 30%”, respondí­a el gestor “liquidez, liquidez, liquidez”. Esta postura es entendible, aunque creo que los grandes beneficios se hacen cuando la “sangre corre en las calles”.

Esta es mi frase y lo siempre he dicho.