Desde que Endesa es una empresa pública, sus accionistas han cobrado religiosamente en la primera semana de enero un dividendo a cuenta. Sólo hay dos excepciones: este año y el ejercicio 2008, cuando el grupo que preside Borja Prado pagó un dividendo extraordinario y muy jugoso de 5,897 euros por acción. Ahora, el cambio de fechas en la distribución del dividendo ha levantado grandes expectativas entre los analistas de que Endesa repita la jugada de hace cuatro años.
Desde la compañía no se ofrece pista alguna. “Endesa puede decidir adelantar el dividendo o no y no se ha adelantado nada en enero, no existe la obligación de hacerlo. El dividendo a cuenta de 2011 se decidirá en el consejo, que se lo propondrá a la junta de accionistas, que es la que tiene que aprobarlo. Y se anunciará la decisión, probablemente, en la presentación de los resultados anuales, que tendrá lugar el día 29 de febreroâ€, aseguran fuentes oficiales de Endesa.
La compañía comunicó en diciembre que no pagaría el dividendo a cuenta del año pasado en enero, “por razones de responsabilidad y prudenciaâ€, dadas la incertidumbre, inestabilidad y volatilidad de los mercados. Sin embargo, los analistas se han apresurado a advertir a sus clientes de la posibilidad de una sorpresa positiva.
“Desde su salida a bolsa en la díécada de los noventa, Endesa ha pagado dos dividendos al año, el primero en enero y el segundo –el complementario- en julio, en línea con la política del resto del sector. íšnicamente ha cambiado la fecha de pago con ocasión de dividendos extraordinarios. ¿Podría dar Endesa un dividendo extraordinario?â€, se pregunta La Caixa en un informe fechado el pasado 6 de febrero.
La respuesta de los analistas de la firma es que la sobrecapitalización del balance sí da sentido a un “fuerte incremento del pay out o a la distribución de un dividendo extraordinarioâ€. La Caixa recomienda comprar con un precio objetivo de 27,9 euros, un 80% por encima del precio actual del grupo en bolsa.
Expectativa compartida
La expectativa de los expertos no es nueva. En junio del año pasado, Citi recomendó a Endesa pagar un dividendo extraordinario con el argumento de que el grupo ha había cerrado su programa de desinversiones y tras los avances en la colocación del díéficit de tarifa. El banco aseguraba hace apenas siete meses que Endesa estaba en disposición de repartir hasta 15.000 millones de dividendo.
En la misma línea se situaban por esas mismas fechas los analistas de Ahorro Corporación, que aseguraba que Endesa podría sorprender al mercado con el pago de un dividendo extraordinario de un euro por acción. Sus argumentos eran la solidez del balance, la buena generación de caja y el impacto positivo que tendría sobre su dueño, la italiana Enel, dueña del 92% del capital. Como La Caixa ahora, fijaba un precio objetivo de 29 euros.
La cotización está muy lejos de estos niveles. Este año acumula una píérdida del 2% que echa más leña en el fuego de un valor que acumula cuatro descensos consecutivos desde 2008 en los que la cotización se ha desplomdado desde los 36,35 hasta los actuales 15,5 euros.