Seis meses como secretario de Estado para el deporte bastaron para que el socialista Albert Soler firmara o apalabrara 25 convenios de colaboración entre el Consejo Superior de Deportes y diferentes ayuntamientos, federaciones u organizaciones de eventos deportivos. Poco o mucho los datos están ahí. La sorpresa para Josíé Ignacio Wert, ministro de Educación, actual responsable del deporte español y sucesor en el cargo de Rodríguez Zapatero en las dos legislaturas anteriores, fue cuando revisó los números y los compromisos pendientes del CSD. Entonces pudo comprobar que 11 de esos 25 convenios o acuerdos se firmaron el último día hábil del hoy diputado por Barcelona como secretario de Estado para el Deporte por un importe de 10 millones de euros.
El total de las ayudas, habladas o escritas, prometidas en el último día de mandato por Soler rondaban el 8% del presupuesto, compromisos que no han sido totalmente asumidos por los actuales rectores del deporte español. A la que han dado el visto bueno es a la ayuda a la ciudad de Lorca para la reconstrucción de las infraestructuras deportivas damnificadas a raíz del terremoto. El compromiso no estaba firmado, pero se ha asumido al completo. En muchos casos no hace falta que los convenios estíén firmados. Se suele admitir con el simple paso por el registro del CSD. Sin embargo, en este caso, algunos alcaldes han visto cómo sus peticiones, prometidas por el anterior Secretario de Estado, no verán la luz por decisión de los actuales rectores del Consejo Superior de Deportes, con Miguel Cardenal al frente.
El hoy diputado en las Cortes llegó al cargo tras la renuncia de Jaime Lissavetzky en abril de 2011, obligado al presentarse cono candidato a la alcaldía de Madrid. Soler tomó el mando del deporte español, al que renunció en los primeros días de octubre de 2011 al decidir presentarse en las listas del PSOE al congreso de los Diputados por Barcelona. Antes de la renuncia, estudió la posibilidad de compaginar ambos cargos, pero si bien antes se podían compaginar, el catalán no tuvo más remedio que dejar la presidencia del Consejo Superior de Deportes.
Soler comprometió ayudas de medio millón para la organización de un campeonato de Duathlon que se celebraría en Segovia, dos millones para diferentes campeonatos que tendrán lugar en Barcelona, entre los que destaca el campeonato del mundo de natación de Barcelona de 2013. Lo que no ha gustado en el ministerio de la calle Alcalá es que Soler dispusiera de casi del 8 % del presupuesto del CSD en su último día de mandato y dando la espalda a la realidad social y económica en la que vive España, comprometiendo ayudas como el que no quiere la cosa. No han cuestionado los 14 convenios suscritos con anterioridad, pero sí lo 11 firmados o apalabrados en los últimos días. Hay que recordar que el presupuesto del Consejo Superior de Deportes para 2012 asciende a 124,4 millones de euros