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El presidente estadounidense, Barack Obama, propuso combatir la especulación en la comercialización de petróleo, en momentos en que el encarecimiento de la gasolina empaña su gestión gubernamental.
La iniciativa prevíé aumentar las penas por operaciones ilícitas y fortalecer el control de los organismos federales, teniendo en cuenta que los republicanos critican la inmovilidad de la actual administración frente al alza de la gasolina.
El Gobierno de EE.UU. pretende con el nuevo plan, que deberá ser aprobado por el Congreso, frenar a los especuladores en medio de la volatilidad del valor del crudo y ganar la confianza de los consumidores afectados por los disparados costos de los combustibles.
"No nos podemos permitir una situación de manipulación artificial en los mercados con el objetivo de obtener una ganancia rápida", dijo Obama en una comparecencia en la Casa Blanca.
"Actualmente el precio medio del galón (3.78 litros) de gasolina en Estados Unidos ronda los cuatro dólares y ese sobreprecio es como un impuesto adicional para los ciudadanos", consideró el mandatario.
La iniciativa presentada incluye una solicitud de financiación de 52 millones de dólares para la Comisión de Negociación de Futuros, con el propósito de reforzar su capacidad de vigilancia.
Insistió en el aumento global de los precios del petróleo debido a la inestabilidad en Medio Oriente y la creciente demanda en países como China y la India.
Frente a esa situación, aclaró que no hay soluciones rápidas, por lo que ninguna de las medidas presentadas va a bajar los precios de la gasolina de la noche a la mañana.
Estados Unidos consume más del 20 por ciento del petróleo mundial y sólo tiene un dos por ciento de las reservas globales.
Por esa razón se plantea continuar la política energíética de reducir la dependencia del petróleo extranjero, que contempla aumentar la exploración y explotación en el país y potenciar el uso de las energías limpias.