Ahora hay que ser incluso más cauto de lo normal, al invertir en los mercados financieros. Y a todos los que se dejan llevar por el entusiasmo, quiero dejarles claro que lo único que ha cambiado desde el viernes por la tarde es que se está creando una deuda nueva. El â€apaño de los bancos†españoles del sábado no cambia nada. Los precios de la vivienda tienen que estabilizarse y dar muestras de mejoría, con un crecimiento titubeante basado en críéditos de dudoso cobro, para que tenga sentido el hecho de empezar a buscar fundamentales que supongan realmente un soporte para la recuperación de las acciones de los bancos españoles.
Europa ha decidido apostar el todo por el todo y las cartas se han repartido. La reacción del mercado ha contribuido a la sensación de que este “apaño de la banca†es un farol y que la situación está lejos de estar resuelta. Si bien los mercados de renta variable abrieron ayer con euforia, el Ibex apenas ha logró cerrar con subidas, con algún punto porcentual de subida por parte de los bancos. Y de hecho, durante la segunda mitad del día, subió la prima de riesgo.
Personalmente, cada vez estoy más convencido de que además de los 100.000 millones de euros, va a hacer falta mucho más para restablecer la credibilidad en el sistema bancario español que había antes de la crisis.
Para empezar por el principio, sugiero a todo el mundo confiar a largo plazo en la recuperación de España y, lo que es más importante, creer en que el sistema financiero español puede experimentar una recuperación. El principal indicador que habrá que seguir de cerca en los próximos meses será el índice de precios de la vivienda
Desde que el mercado de la vivienda español tocara techo en diciembre de 2007, los precios han caído un 29%; lo que supone una bajada del 10% anual. Si nos basamos en el escenario irlandíés, como el peor escenario posible, podríamos contar con un 20% más de bajada. En un escenario como íéste, hará falta mucho más que los 100.000 millones para tapar todos los agujeros.
Y lo que aún es peor, los críéditos dudosos o no recuperables (como se denominan en la banca) han aumentado un 811%, o 131.000 millones de euros, desde que los precios tocaran techo allá por finales de 2007, ver gráfico 2. Esto pone de relieve la enorme sensibilidad del sector bancario español al mercado de la vivienda.
Antes de que salgan disparados a sacar provecho de esta situación, conviene plantearse que los precios de la vivienda registraron un aumento anual del 16% entre 2001 y 2007, o un incremento nominal del 145%. Huelga decir que España está sufriendo una autíéntica burbuja inmobiliaria que tiene que estallar con enormes consecuencias. Para obtener la relación adecuada de riesgo/recompensa, conviene ir a lo seguro y esperar al final del ciclo del críédito, aunque parezca que las acciones de los bancos españoles no pueden bajar más.