Tras la vigesimocuarta reunión para solucionar la crisis que acabó este viernes en Bruselas, que digo yo que no se si serán demasiadas reuniones para estar como nos encontramos, las percepciones sobre el rescate de la banca española se me antojan diferentes depende de quiíén sea el que hable.
Para el frente político, líéanse presidentes como Monti, Rajoy o por ejemplo el comisario europeo Almunia, la decisión adoptada de poder rescatar directamente a la banca española y que esto no compute como deuda país, ha sido acertada.
Para el frente especulador, líéanse los mercados, los especuladores y demás familia, parece que tambiíén has sido una decisión positiva a tenor de cómo ha bajado la prima de riesgo y consecuentemente la rentabilidad del bono español a 10 años.
¿Y para el frente ciudadano?
Yo creo que hay la percepción de los resultados de esta reunión ha resultado ser más de lo mismo por dos sencillas razones.
La primera por algo tan sencillo como el hecho de que a estas alturas de partido política y banca van en comunión, con lo cual ya se sabe que rescatar a la banca española es rescatar al país, da igual como lo llamen o como lo pinten. Los políticos podrán venderlo como quieran pero si se considera que de la burbuja inmobiliaria en España, los culpables fueron tres, ciudadanos, banca y políticos (por diferentes motivos), lo que está claro es que uno va a pagar por la culpa de los tres.
La segunda, se une dolorosamente a lo último indicado hace un momentito. ¿Quiíén pagará esta nueva ‘barra libre’? Si observamos la prensa, ‘los ajustes serán dolorosos’ aunque no gusten.
¿Dolorosos para quiíén? La banca, rescatada. Los políticos, medio rescatados y poniíéndose inútiles medallas. ¿Y los ciudadanos? Subidas de IVA y otros impuestos, ‘medicamentazos’ y ‘repagos sanitarios’, recortes de sueldos y pensiones, el desempleo que se dispara, subida de otro 4-5% de la luz, de hasta un 19% la subida de la bombona de butano, peajes en las autovías,…. ¿Quiíén acaba pagando el pato del desaguisado montado por los tres ciudadano, banqueros y políticos? Pues los de siempre.
¿Quíé más le da al ciudadano de a pie que se rescate o no a la banca o al Estado y como se le llame si acaba poniíéndolo de su bolsillo?
Lo que no se si dan cuenta es que a menos capacidad de consumir y de ahorrar, los depósitos bancarios forzosamente deberán de reducirse, con lo cual menos consumo (menos impuestos a ingresar el Estado) y menos ahorros en bancos (peores ratios de cobertura de solvencia). Lo triste para el ahorrador particular es que la alternativa a los diferentes productos de la banca tradicional aparece solamente la deuda pública, con lo cual sus ahorros ayudan a uno o a otro de los causantes de la burbuja inmobiliaria española sin más alternativas.
El ciudadano se ve entre la espada y la pared: menos capacidad económica por las rebajas de sueldos y subidas de todo tipo, ¿quíé hacer? ¿reducir el consumo a lo mínimo y necesario y continuar ahorrando? ¿consumir lo mismo y pagar más impuestos a costa de reducir el ahorro que tenga y del nuevo que pueda realizar? Y total para quíé, si claramente el ciudadano percibe que pase lo que pase, gobierne quiíén gobierne, sea la entidad financiera que sea la que tenga que quebrar, siempre acaba poniendo de su bolsillo el consiguiente despilfarro.
Lo que está comprobado es que estas cumbres solo valen para que unos políticos saquen pecho y otros lo encojan hasta que se llegue a la siguiente cumbre donde cambiarán las tornas, en este caso la vigesimoquinta cumbre para solucionar la crisis. Mientras tanto, el ciudadano y sus ahorros a pagar otra ‘ronda’, ¡quíé invita la casa!
Josíé Luis del Campo Villares, colaborador del comparador de bancos iAhorro.com