Nassim Taleb: El íéxito de la industria financiera está basado en la mera suerte
Fuente: elEconomista/ Nueva York
Nassim Taleb, pensador y profesor de la Universidad de Nueva York, coincide con Bill Gross, el co-fundador de Pimco, a la hora de reconocer que el culto a la renta variable "está muriendo". De hecho, el autor detrás del aclamado libro "El Cisne Negro", asegura en su última diserción titulada "Por quíé no es una buena idea pertenecer a la industria financiera", que buena parte del íéxito de los gestores de fondos está en la pura y mera suerte.
Así, Taleb reconoce que muchos de los mejores gestores de fondos consiguen tener íéxito gracias a un "rendimiento falso" y su "ascenso a la cima" sólo se basa en "la mera suerte", pese a que luego se maquille esto "con racionalizaciones posteriores, análisis, explicaciones y otras atribuciones".
Desde su punto de vista, una vez que un gestor de fondos tiene íéxito, se produce un efecto conocido como "el ganador se lo lleva todo", es decir, reciben la mayor parte de las asignaciones gracias a un íéxito ficticio basado en la suerte que da lugar a distintas "distorsiones" en el mercado.
A pesar de las señales que demuestran que estos rendimientos son en gran parte producto de un "golpe de suerte" más que de la habilidad del gestor, el dinero de los inversores suele acabar en manos de estos gestores. Gracias a la suerte y a unos beneficios desmesurados, estos gestories acaban por crear entidades gigantes que valen miles de millones de dólares.
Taleb afirma que debido al incremento descomunal del poder y la influencia de los gestors que han vivido un "golpe de suerte" no existe ninguna posibilidad real de que los reciíén llegados a la industria logren íéxito en el futuro.
"Un gestor de fondos, a día de hoy, sin importar su nivel de habilidad o su capacidad de predecir los precios, se verá desbancado por un rendimiento falso", señala Taleb en su escrito.
De hecho, el filósofo aconseja a aquellos que vayan a comenzar una carrera que eviten a toda costa la gestión de fondos, ya que, de lo contrario, tendrán que luchar con rendimientos similares a "una loteria" y competirán en una industria con rendimientos hinchados basados en la mera suerte.
