El arbitraje de las preferentes y obligaciones subordinadas de Bankia ha encallado. A pesar de que la semana pasada el Frob contrató a KPMG como árbitro del proceso, todavía queda uno de los flecos más importantes, la decisión de quíé institución u organismo lo va a gestionar. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha reclamado la centralización de las denuncias que presenten los clientes, en detrimento de los institutos de consumo de las comunidades autónomas.
El Gobierno está analizando la situación y todavía tiene que decidir al gestor, a pesar de que el ministro anunciara a mediados de diciembre que serían los institutos de las distintas regiones los que iban a controlar el arbitraje, según fuentes conocedoras de la situación.
La CNMV no quiere quedarse fuera de la solución que se les ofrezca a los clientes afectados en este caso de tan relevante importancia por su dimensión social. Su objetivo es simplificar los trámites ante la presencia de la entidad en toda España. Además, la CNMV ya dispone de información de los clientes afectados, que en los últimos meses han cursado reclamaciones por la forma en que las cajas de ahorros integrantes de Bankia (Caja Madrid, Bancaja, Insular, Laietana, Segovia, ívila y Rioja) comercializaron este producto.
La labor de unos u otros, en función de la decisión que adopte el Ministerio de Economía y el Frob, será operativa, es decir, tendrá que facilitar y encauzar las demandas de los ciudadanos. La resolución caso por caso estará en manos del árbitro contratado, que será el que determine si las cajas de Bankia vendieron de manera irregular las preferentes, con la ejecución de una mala praxis
