Los nuevos estímulos que podría anunciar mañana el Banco de Japón han disparado otro 2,99% el Nikkei, y sitúan la Bolsa de Tokio en máximos de cuatro años y medio.
Mañana volverá a ser una jornada marcada por los bancos centrales. Las reuniones del Banco de Inglaterra y del Banco Central Europeo se verán precedidas por el desenlace de la reunión del Banco de Japón.
Las expectativas se disparan un día antes de conocer la decisión del banco central de la tercera mayor economía del mundo. Las previsiones de los analistas consultados por Bloomberg anticipan un aumento en un 50% del importe destinado a las compras de bonos, hasta los 5,2 billones de yenes, unos 55.500 millones de dólares.
El propio gobernador del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda, se ha dado de margen dos años para hacer todo lo que sea necesario para acabar con la sombra de la deflación y revitalizar la economía del país.
Este mensaje va en línea con las promesas electorales del nuevo Gobierno. Entre sus compromisos no descartó incluso bajar los tipos de interíés por debajo de cero.
Entre las consecuencias de estos mensajes destaca el 16% de caída frente al dólar que acumula el yen en los seis últimos meses. El pinchazo del yen favorece a las grandes empresas exportadoras de Japón, y ha contribuido al rally que encadena la Bolsa de Tokio.
En la jornada de hoy el índice Nikkei se ha revalorizado otro 2,99%, hasta alcanzar los 12.362 puntos, sus cotas más altas en los últimos cuatro años y medio.