En sólo unos días se ha pasado de especular sobre una posible salida de Repsol de Gas Natural a una opa de AT&T sobre Telefónica. Negadas ambas operaciones, lo más positivo para un mercado bursátil alcista es que no hay mejor alimento que el convencimiento de que todo lo que ocurre una vez puede que no ocurra más, pero lo que sucede dos veces probablemente sucederá una tercera.
Que se hable todos los días de operaciones corporativas porque las grandes compañías están baratas será el mejor revulsivo para el mercado... Abierta la veda, a la lista se irán sumando Iberdrola, BBVA, el Santander, y cuando los inversores internacionales recobren la seguridad de que España es fiable (crezca el PIB y baje el paro) toda esa banca mediana que hoy cotiza a la mitad del valor de su precio de derribo.
Pero cuidado con levantar expectativas excesivas. Si AT&T lanzase a Telefónica un opa por 70.000 millones de euros supondría llevar los títulos de la operadora hasta casi 15,5 euros. Una prima de casi el 50 por ciento respecto al precio de hoy y una valoración que no parece posible que en el actual momento de mercado se pueda alcanzar ni con una opa de por medio.
En opinión de la media de analistas que sigue el título a lo largo del próximo año, Telefónica se encontraría bien valorada si sus acciones alcanzaran los 12,5 euros. Aunque todavía más fiable puede ser que uno de sus accionistas de referencia como es BBVA reconoce en privado a sus inversores que un buen precio para comenzar a desprenderse de títulos de Telefónica serían los 13 euros.
Disponible para la venta
BBVA, junto con Caixabank, ambos aproximadamente con un 5% del capital de Telefónica, tienen declarada su participación como disponible para la venta. En el caso de BBVA, la participación parece menos estratíégica que en el del banco de La Caixa, que consigue poner números negros sobre un negocio bancario español casi en rojo con los beneficios de la operadora y Repsol.
Para BBVA supondría una fuerte entrada de caja para afianzarse en negocios que sí son estratíégicos. Y no es descabellado pensar que aproveche el castigo que sufre su participado en Turquía, Garanti Bank, para hacerse con su control