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Autor Tema: Almunia asegura que Cataluña saldrá de la UE si se independiza  (Leído 178 veces)

Eguzki

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Almunia asegura que Cataluña saldrá de la UE si se independiza
« en: Septiembre 17, 2013, 07:35:06 am »
El vicepresidente de la CE y comisario de Competencia, Joaquí­n Almunia, se ha mostrado este lunes tajante sobre el futuro de Cataluña en la UE si se independiza de España: "La parte segregada no es miembro de la UE". El Gobierno señala que dialogará con Cataluña pero no abre la puerta a la consulta


En una conferencia en el Cidob sobre 'La apuesta por Europa', ha señalado su aprecio por Cataluña, y ha instado al Gobierno central y al catalán a tratar el futuro polí­tico "en una mesa cara a cara y con la cabeza frí­a" en vez de por carta.

Almunia ha explicado que otros representantes de la UE le preguntan mucho por este tema "con cara seria, de búsqueda de ví­as para que se encauce" lo que ha definido como desencuentro polí­tico grande.

Comparativa con Escocia
El conseller de Economí­a y Conocimiento de la Generalitat, Andreu Mas-Colell, que ha acudido como oyente al acto, ha declarado a la prensa que las declaraciones de Almunia son una "lectura jurí­dica" estricta, pero hay casos donde se está negociando, como el escocíés, y no cree que acabe con Escocia fuera de la UE, lo que interpreta igual para Cataluña.

En este sentido, ha afirmado: "No veo a Escocia fuera de la Unión Europea polí­ticamente hablando, igual que no veo a Cataluña fuera de la Unión Europea polí­ticamente hablando".

La confirmación de Bruselas
Poco despuíés de estas declaraciones, la Comisión Europea insistí­a en que Cataluña quedarí­a fuera de la Unión Europea si se independiza y se convertirí­a en un "paí­s tercero", que tendrí­a que pedir su ingreso si quiere formar parte del club comunitario.

"Un Estado independiente se convertirí­a, por el hecho de su independencia, en un paí­s tercero respecto a la Unión y desde el momento de la independencia no se aplicarí­an los Tratados en su territorio", explicaba la portavoz del Ejecutivo comunitario, Pia Ahrenkilde, que ha confirmado las declaraciones del comisario de competencia, Joaquí­n Almunia.

"Lo que nuestro vicepresidente Almunia ha dicho se ajusta perfectamente a nuestra lí­nea, que es que si un territorio de un Estado miembro deja de formar parte de ese Estado porque se convierte en un nuevo territorio independiente, los Tratados ya no se le aplican", ha proseguido.

Si una Cataluña independiente desea ser miembro de la UE deberí­a pedir su adhesión, cuya aprobación requiere el voto unánime de todos los Estados miembros. "Cualquier Estado europeo que respete los principios que se establecen en el artí­culo 2 del Tratado de la UE, puede pedir formar parte de nuestra Unión", ha indicado la portavoz, que ha agregado que estos son los principios del derecho comunitario y "no prejuzgan ninguna situación hipotíética".

La portavoz ha eludido pronunciarse sobre las declaraciones de los primeros ministros de Letonia y Lituania, paí­s que ocupa la presidencia de turno de la UE, en las que apoyan el derecho a la autodeterminación de Cataluña y se muestran dispuestos a reconocer su independencia.

"No es mi papel comentar las declaraciones de otros polí­ticos o instituciones en respuesta a preguntas de naturaleza similar", ha alegado Ahrenkilde. "No le corresponde a la Comisión expresar una posición sobre la organización interna constitucional en los Estados miembros", ha insistido.

El Ejecutivo comunitario sólo realizará su análisis jurí­dico completo sobre las consecuencias en la UE de la independencia de Cataluña si el Gobierno español se lo pide. La portavoz ha eludido confirmar que existe preocupación en la UE sobre las tensiones separatistas en Cataluña, como ha dicho Almunia, y no ha querido pronunciarse tampoco sobre las apelaciones del comisario al diálogo entre el Gobierno central y el catalán.




Eguzki

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Re: Almunia asegura que Cataluña saldrá de la UE si se independiza
« Respuesta #1 en: Septiembre 17, 2013, 07:51:46 am »
Con Cataluña fuera de la UE volverí­an las fronteras y los aranceles

Cualquier paí­s candidato a la UE se enfrenta a años de trámites hasta su ingreso
Ciudadanos y empresas perderí­an el derecho al mercado único

Bruselas encara con una mezcla de reticencia y perplejidad el hipotíético proceso de independencia catalana. La secesión en un Estado miembro y el tratamiento que debe otorgarse al nuevo paí­s surgido de la independencia representan un escenario al que la Unión nunca se ha enfrentado y para el que los tratados no prevíén mecanismos concretos. La lectura estricta de las normas vigentes, así­ como la interpretación que ofrecen algunas fuentes consultadas, ratifican que (en ausencia de acuerdo) Cataluña saldrí­a automáticamente del ámbito comunitario y que el contador se pondrí­a a cero en todos los terrenos. El nuevo proceso para integrarse en la UE serí­a largo, laborioso y sujeto a una condición fundamental: el visto bueno de España (y de otros paí­ses que pueden ejercer el veto para evitar tentaciones secesionistas en su territorio). En definitiva, no hay encaje dentro de la UE sin la aquiescencia del Gobierno español.

De la misma manera, nadie en las instituciones europeas se imagina un futuro catalán alejado del ámbito comunitario, del que lleva formando parte casi 30 años. Y el único obstáculo para esa integración serí­a polí­tico, no jurí­dico. En todo caso, sin un nuevo marco legal para afrontar la cuestión catalana, estas serí­an las principales consecuencias de la nueva situación:

Estado tercero

Cataluña no podrí­a pedir su ingreso en la UE hasta que no alcanzase formalmente el estatus de independiente. A partir de ahí­, tendrí­a que presentar su candidatura, de la que se informarí­a al Parlamento Europeo y a las cámaras nacionales de los Estados miembros. Tras la aprobación por mayorí­a de la Eurocámara y la opinión de la Comisión, serí­an los Veintiocho, por unanimidad, los encargados de aprobar la solicitud. Un solo paí­s, en este caso España, puede bloquear el proceso, aunque algunas fuentes apuntan que no se entenderí­a la objeción española a un futuro catalán en el seno de la UE. Algo parecido podrí­a suceder con la OTAN y otros organismos multilaterales.

Años de trámites

El acceso de cualquier paí­s a la UE implica años de gestiones. Primero el paí­s candidato presenta su propuesta y, si se acepta, comienza las negociaciones de adhesión. Un ejemplo: la Comisión recomendó en 2009 abrir negociaciones con Macedonia, pero el Consejo (los Estados miembros) aún no han dado su visto bueno. Bruselas insiste siempre en que no hay procesos idíénticos —y Cataluña tiene todo el camino andado, puesto que ya cumple con todos los requisitos comunitarios—, pero el mero tránsito por la cadena burocrática implicarí­a años.

Vuelta al pasaporte

A la espera de otras negociaciones, los ciudadanos catalanes serí­an considerados extranjeros en la UE y, por tanto, perderí­an el derecho de circular libremente por sus fronteras y de trabajar sin restricciones en territorio comunitario. Las estancias en otros Estados miembros quedarí­an sujetas a permisos de trabajo o de estudio, entre otros.

Aranceles

La gran ventaja del mercado único desaparecerí­a para las empresas catalanas. Cualquier firma radicada en la comunidad estarí­a sujeta a posibles aranceles (al menos a la espera de negociar acuerdos comerciales bilaterales con cada territorio). Y dejarí­a de beneficiarse de los tratados comerciales que la UE tiene firmados con otros territorios (el Mediterráneo, el Pací­fico…), ilustra Araceli Mangas, catedrática de Derecho Internacional Público de la Universidad Complutense de Madrid. Cualquier empresa —incluidos los bancos— se enfrentarí­a a una maraña de dificultades difí­cil de desentrañar: posibles boicoteos y salida de inversiones y de capitales por el efecto incertidumbre están en la cabeza de los patronos, habitualmente poco favorables a estas aventuras: la banca de la City de Londres amenaza con marcharse si Reino Unido se separa de la UE. Los escenarios apocalí­pticos se abrí­an paso en el caso catalán, aunque es difí­cil

Limbo monetario

Una de las primeras incertidumbres económicas derivarí­a de la moneda. En principio, nada impide que Cataluña siga utilizando el euro. Hay paí­ses (Kosovo, Mónaco…) que lo emplean sin formar parte de la eurozona, pero la salida de ese ámbito impide participar en la toma de decisiones. Es decir, Cataluña no tendrí­a nada que decir sobre la polí­tica que regula su propia moneda, una condición difí­cil de digerir.

Erasmus y fondos de cohesión

Cataluña dejarí­a de aspirar a dos de las grandes banderas con las que siempre se ha identificado a la UE. Los estudiantes catalanes no podrí­an optar al programa de intercambio Erasmus ni recibirí­a a jóvenes de otros Estados miembros. El territorio catalán tampoco optarí­a a los fondos estructurales y de cohesión, que han permitido un importante desarrollo económico en España desde su entrada a la UE, en 1986.

Precedentes

Los retos que representa el desafí­o catalán (y, de otra manera, el escocíés) son iníéditos en la UE. El precedente más citado es el de Groenlandia, aunque se trata del caso inverso: un territorio que, pese a seguir formando parte de un Estado miembro (Dinamarca), utilizó su autonomí­a para decidir desvincularse de la UE.