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El gobierno argentino restó importancia el miíércoles a la escalada del dólar registrada la víspera, cuando rozó los 11 pesos por unidad y provocó que volviera a ampliarse la brecha con el dólar oficial, cuyo valor fue de 6,61 pesos.
El jefe de gabinete Jorge Capitanich dijo en rueda de prensa que el mercado ilegal del dólar "no puede ser tomado como variable indicativa del resto de las variables macroeconómicas".
El martes el dólar paralelo se disparó 45 centavos en pocas horas y alcanzó 10,93 pesos, ubicándose un 65% encima de la cotización oficial, cuyo valor fue de 6,605. Según medios de prensa, el Banco Central tuvo que vender unos 100 millones de dólares en el mercado formal y sus reservas cayeron a 30.447 millones de dólares.
"El mercado blue (ilegal) es un mercado marginal", sostuvo Capitanich, para quien la divisa del mercado clandestino si bien puede tener "algún nivel de influencia" tiene un "nivel de transacción inferior" al oficial. Es una práctica basada en "una cotización informal brindada por un determinado tipo de operadores", sostuvo.
El miíércoles el dólar paralelo cotizaba en 10,70 pesos y el oficial en 6,61 pesos.
La divisa llegó a un valor de 10,45 pesos en mayo, tras lo cual bajó sustancialmente en julio para volver a recuperarse en los últimos meses del año.
El desdoblamiento del mercado de divisas se produjo a raíz de las fuertes restricciones a la compra de dólares impuestas a fines de 2011 en Argentina. El gobierno busca atesorar los billetes verdes para hacer frente a la creciente importación de combustibles, sobre todo gas, y el pago de la deuda. Por ello los permisos para comprar dólares son muy limitados y la gente acude al mercado clandestino de divisas.
Analistas señalaron que la escalada del billete estadounidense obedeció, en parte, a la falta de liquidación de divisas de los exportadores de granos, que están a la espera de un tipo de cambio más alto, y la demanda de divisas por parte de los turistas que tienen contratados viajes al extranjero durante el verano austral. Además cuestionaron que las autoridades se hayan resistido a subir las tasas de interíés que podrían recibir los ciudadanos por los plazos fijos bancarios.
Según operadores del mercado, los ahorristas se volcaron al dólar ante la expectativa de que seguirá en alza. Asimismo, los argentinos prefieren destinar sus ahorros a la compra de la divisa con la que se sienten más seguros y en la que tradicionalmente han ahorrado, frente a una inflación anual calculada en 26% que implica una devaluación constante de la moneda local.
El gobierno viene realizando desde hace meses pequeñas devaluaciones para tratar de acortar la diferencia entre el dólar oficial y el paralelo.
