El futuro de Pescanova se complica un poco más cada día que pasa. La banca acreedora de la empresa ha vuelto a rechazar las dos ofertas que hay ahora mismo sobre la mesa -la de Damm y KRR por un lado y la de Centerbridge y Blue Crest por el otro-, y se prepara ya para tomar el control de la compañía, capitalizando su deuda.
La idea pasaría por aprobar una quita de entre el 60% y el 70% del capital como mucho, frente al 80% que plantean los grupos liderados por Damm y Centerbridge, y recapitalizar posteriormente el grupo, sin descartar la posibilidad de que entre un socio industrial. La operación conllevaría una emisión de bonos de hasta mil millones de euros, avalados por las propias entidades, para poder afrontar el pasivo que quede pendiente y el circulante necesario para el funcionamiento diario.
Posible liquidación
Según las fuentes consultadas por este periódico, hay sin embargo quien va más allá, como el BBVA, que habría planteando directamente la posibilidad de una liquidación ordenada de los activos para su posterior reparto. El problema de fondo para la empresa es que la banca no tiene en este momento nada que perder, porque todos sus críéditos quedaron provisionados ya en las cuentas al cierre del último ejercicio y su postura, al menos por ahora, es inflexible.
Eso a pesar de que existe una cierta división entre los españoles y los extranjeros. Las siete entidades que constituían el antiguo steering committee (Sabadell, Popular, Bankia, Banco Santander, BBVA, NCG y CaixaBank), a las que se ha unido ahora la italiana Ubibanca, intentan convencer a los bancos extranjeros (Deutsche Bank y Rabobank, entre otros), que apoyaban en principio la oferta de Centerbridge y BlueCrest , para que apoyen su propuesta y tomar directamente el control.
A la espera de la decisión final, ayer venció el plazo que había dado el presidente de la compañía, Juan Manuel Urgoiti, para que la banca aceptara una quita superior al 80 por ciento y permitiera así la entrada de Damm y KKR. Ahora mismo, en el entorno de la empresa ven muy complicado la posibilidad de un acuerdo e insisten en que en 15 días podría estar ya sobre la mesa un plan de liquidación. Y aunque no fuera así, en el consejo de administración están convencidos de que la entrada de la banca llevaría irremediablemente a liquidar, porque se perderían las licencias de pesca. El consejero de Economía e Industria de la Xunta, Francisco Conde, insistió sin embargo ayer a preguntas de los medios que "la posible liquidación no está en la agenda en ningún caso", instando a acreedores, banca, inversores y consejo de administración de la pesquera a buscar un acuerdo "lo más pronto posible".
Imputación
En un auto dictado en el día de ayer, el juez instructor del caso Pescanova, Pablo Ruz, ha imputado a Manuel Fernández de Sousa-Faro, expresidente de la compañía, y a Joaquín Viña Tamargo, antiguo jefe de Auditoría, por un presunto delito de estafa.
En concreto, el juez, que ha rechazado en cambio la imputación de Novacaixagalicia, ha aceptado la petición del fondo Luxempart, accionista de la empresa que se personó en la causa, e investigará a Sousa porque, presuntamente, conocían la situación real, tanto patrimonial como financiera, creando un estado manipulado y ficticio que permitió que muchos accionistas confiaran en su solvencia y compraran acciones.
El despacho de abogados Yvancos, que representa a los minoritarios, aseguró que esta nueva imputación, así como la confirmación de las fianzas millonarias, "posibilitarán, cuando haya sentencia firme, la asunción de las responsabilidades civiles y que los acusados respondan por los posibles delitos cometidos en la gestión de la empresa, permitiendo recuperar las inversiones realizadas".