WASHINGTON.- AIG, la tercera mayor aseguradora del mundo según el ranking que elabora la revista Fortune, puede tener los días contados. La empresa necesita como mínimo 40.000 millones de dólares (28.000 millones de euros) para restablecer su balance, despuíés de haber registrado píérdidas de más de 9.000 millones en la primera mitad del año. De lo contrario, las agencias de calificación de riesgos pueden recortar el rating de su deuda, con lo que a su vez tendrá más difícil conseguir capital. Y un eventual colapso de AIG tendría un efecto mucho más devastador para la economía mundial que el de Lehman.
Por ese motivo, el Gobierno estadounidense estaba intentando evitar el colapso de la aseguradora, aunque sin comprometer fondos públicos. La Reserva Federal había pedido al gigante de la banca de inversión Goldman Sachs y a JP Morgan Chase, el tercer mayor banco de EEUU por activos, el establecimiento de una línea de críédito para AIG por 70.000 millones de dólares (49.000 millones de euros). Al cierre de esta edición todavía no se había hecho público si ambos bancos estaban de acuerdo.
La Reserva Federal no era la única institución que había acudido en ayuda de AIG. De hecho, el estado de Nueva York había ido más lejos, al autorizar a la aseguradora, con carácter excepcional, a prestarse 20.000 millones de dólares (14.000 millones de euros) a sí misma. Esas dos actuaciones deberían combinarse con la venta de activos por parte de AIG. Porque la aseguradora es una compañía de una complejidad sólo comparable a Citigroup -otro gigante que ha salido muy malparado de la crisis, aunque su posición parece haber mejorado en los últimos meses-, y entre sus ramas de actividad están negocios que tienen muy poco que ver con los seguros como, por ejemplo, una división de leasing de aviones. Esos activos son ahora los que tiene que vender.
Ahora bien, ¿va a conseguirlo a tiempo? Los títulos de AIG se habían desplomado ayer un 60,79% y, desde hace un año, acumulan una depreciación del 92,67%. Si las negociaciones de la Fed con Goldman y JP Morgan fracasan, la aseguradora deberá afrontar, casi con total certeza, la quiebra. Quien estaba un poco más cerca del colapso es Washington Mutual, la mayor cooperativa de críédito estadounidense, cuyo rating fue rebajado por la agencia de calificación de riesgos Fitch IBCA. Otra entidad en graves problemas era Wachovia, el cuarto mayor banco de EEUU, que se tambalea bajo el peso de Golden West Financial, el banco hipotecario que compró por 16.500 millones de euros en 2006. Ambas entidades experimentaron ayer caídas de más del 25%.
¿Dónde va a acabar toda la crisis? Este lunes, Mark Zandi, economista jefe de la empresa de análisis economy.com, propiedad de Moody's, describía para sus clientes el escenario positivo y el escenario negativo. Según el primero -que, según Zandi, tiene un 66% de posibilidades de producirse- la crisis sólo costará a los inversores un billón de dólares, es decir, alrededor de 700.000 millones de euros.
El escenario negativo era más próximo a la catástrofe. Incluía la quiebra de varios grandes hedge-funds, y acababa pasando una factura de dos billones de dólares. En cualquier caso, como explicó ayer el ex presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, despuíés de los acontecimientos de esta semana, EEUU tiene más de un 50% de posibilidades de entrar en recesión.
Fuente:elmundo.es