Por… Carlos Parodi
Hace un par de semanas, el Banco Central Europeo (en adelante BCE), anunció un programa de estímulo económico en la eurozona. Como se sabe, desde 2010, la eurozona atraviesa por un período de recesión, con algunas señales de mejora en las últimas semanas (en el primer trimestre de 2014, el PBI aumentó en 0.2%). Los países miembros de la eurozona no tienen la “maquinita†de hacer euros, responsabilidad que está en manos del BCE. Estas es una diferencia sustancial con los Estados Unidos, quienes, como se ha visto en el post anterior, pueden emitir e inyectar sin problemas de inflación.
Sin embargo, la situación de la eurozona es cercana a la deflación + recesión. Ante ello, el BCE anunció un programa de estímulo económico consistente en las siguientes medidas: en primer lugar, reducir la tasa de interíés de referencia de 0.25% a 0.15%. Esto significa que para los bancos comerciales de la eurozona será más barato pedir prestado dinero al BCE. ¿Cuál es el objetivo? Dotar de liquidez al sistema bancario con el objetivo de inyectarla a la economía y así aumentar la cantidad de euros en circulación. En segundo lugar, se aprobó un críédito a cuatro años de 400,000 millones de euros a los bancos comerciales a cambio que los bancos presten este dinero a las empresas, que de este modo accederían a críédito que requieren para sobrevivir ante la recesión.
El objetivo está claro: inyectar euros a la economía, tal como lo hacen Estados Unidos y Japón. Caben varias preguntas; en primer lugar, ¿por quíé no se hizo antes? El argumento era que las economías debían ajustarse; es probable que la recesión resultante haya hecho cambiar de parecer al BCE. En segundo lugar, ¿tendrá los efectos deseados? Es decir, ¿estimulará el aparato productivo? La duda está en que el hecho que los bancos accedan a críédito no garantiza que los vayan a prestar si es que consideran que no hay sujetos de críédito. Me explico: si los bancos consideran que no tienen a quiíén prestarle, sea por que desconfían o cualquier otra razón, entonces, el dinero no “entra†a la economía.
Ahora bien, hubo otro anuncio: Mario Draghi (Presidente del BCE) mencionó que implementará más medidas expansivas en los siguientes meses, sin especificar cuáles. No obstante queda claro un mensaje: Despuíés de varios años, el BCE opta por políticas expansivas, algo que en tíérminos simples implica inyectar euros a la economía, tendencia que a juzgar por el cuarto anuncio, se mantendrá. Como ya no se puede bajar más la tasa de interíés de referencia, quedan más medidas de política monetaria no convencional, como el mencionado críédito a los bancos u otras similares. La duda grande es si funcionarán. En los Estados Unidos se han inyectado enormes cantidades de dólares y los datos del primer trimestre de 2014 son malos, pues el PBI ha caído en -0.2%. Inyectar sin reformas tiende a tener poco íéxito. Al menos así lo demuestran las experiencias recientes.
Suerte en sus inversiones…