Los astilleros de Navantia podrán entrar a competir libremente en el mercado de la construcción naval civil a partir de enero del próximo año como ayer confirmó el comisario de la competencia, Joaquín Almunia, en una respuesta oficial a una interpelación europarlamentaria de Alternativa Galega de Esquerda (AGE). A partir de enero, explicó, "ya no se aplicará la limitación relativa a la construcción naval civil" sobre Navantia.
Así, el primero de enero de 2015 expira oficialmente el veto que la Unión Europea impuso a Navantia para su última reconversión, que supuso la desaparición de los astilleros públicos Izar, privatizándose el negocio civil y centrando en Navantia el negocio militar.
En los diez últimos años Navantia tenia limitado a un 20% la facturación por negocios del segmento civil, tope que está apunto de desaparecer. El fin del veto podría dar el espaldarazo definitivo a que finalmente Gas Natural adjudique a Navantia el último gasero que tiene proyectado y sobre el que se lleva meses negociando.
De esta forma Navantia -con instalaciones en Galicia, Murcia y Andalucía- podrá competir con el resto de astilleros privados españoles por los mercados de construcción de buques gaseros o de plataformas eólicas marinas, segmentos ambos de alto valor añadido en los que toda la construcción naval española trata de tomar posiciones.
Tras conocerse las palabras de Almunia, a preguntas de elEconomista, la patronal de los astilleros privados españoles Pymar indicó que no tiene ningún problema con que Navantia pueda operar libremente en el sector civil, ya que "no nos da miedo la competencia" en un mercado que está ya muy internacionalizado.
Gaseros y eólica marina
La realidad es que Navantia no atraviesa un buen momento económico debido a la espectacular caída que ha tenido el mercado de Defensa Naval como consecuencia de las restricciones presupuestarías públicas a nivel internacional. La mayoría de sus astilleros se encuentran en subactividad y desde la sociedad pública Sepi se quiere negociar con los trabajadores un marco laboral con mayor flexibilidad para hacer frente a las puntas de trabajo cuando se presenten.
Entre los últimos contratos logrados por Navantia, según explicó el presidente de Sepi en el Congreso de los Diputados, están el flotel (plataforma marina para plantas petrolíferas o de gas en el mar) para Pemex, el anuncio del Gobierno español de financiar barcos grises, así como diversos contratos para Turquía, la Armada de EEUU, para la Marina de Argelia y para la Marina Noruega. Más recientemente, Rajoy salvó con el encargo de dos buques de acción marítima para la Armada española la carga de trabajo de Navantia en la legislatura.
El comisario y el sector Naval
Resulta curioso que una de las últimas intervenciones de Joaquín Almunia como comisario europeo de la Competencia estíé relacionada con el sector de Construcción Naval, despuíés de las duras críticas de las que ha sido objeto desde España con motivo del expediente y sanción comunitaria por las ayudas ilegales del "tax lease".
Los astilleros privados españoles se recuperan lentamente del fuerte bache que supuso el expediente del "tax lease", que hizo que se paralizasen todas las contrataciones durante más de un año.
Tras la resolución del litigio, a nivel sectorial -aún está pendiente que Madrid y Bruselas cierren la cifra de la sanción definitiva y su devolución-, los astilleros españoles han logrado 17 pedidos.