Que una empresa X pide un críédito para dar un regalo a otra compañía Y es una operación difícil de entender para cualquier ciudadano de a pie, que no se endeudaría para pagarle unas vacaciones a un vecino. Sin embargo, es una maniobra que tiene su explicación desde el punto de vista financiero. Es lo que va a hacer Endesa, que va a solicitar un macrocríédito de hasta 7.500 millones de euros para abonar un segundo dividendo extraordinario a Enel, su principal accionista. La española se quedará con la deuda y la italiana con el dinero efectivo.
Fuentes financieras han confirmado que Borja Prado, presidente de Endesa, se ha reunido con varios bancos para pedirles participar en uno de los mayores príéstamos corporativos que se recuerdan en España. Sin duda, el de más importe si se tiene en cuenta que su destino no es financiar la adquisición de otra compañía, sino dar una retribución especial a los accionistas.
Las mismas fuentes señalan que una de las entidades que van a liderar este príéstamo es BBVA, que posteriormente compartirá el riesgo con al menos una docena de bancos nacionales e internacionales. Entre las que presumiblemente se sumarán a esta financiación están Banco Santander y CaixaBank, con las que tambiíén ha mantenido contactos. Llama la atención que el grupo presidido por Francisco González se haya convertido en el banco de referencia de Endesa, que tradicionalmente trabajaba con su mayor rival, el Santander, mientras la entidad con sede en Bilbao lo hacía con Iberdrola. Ambas ya jugaron un papel importante en el críédito con el que Enel compró Endesa en 2007.
La explicación formal de esta decisión es que Endesa apenas tiene deuda, lo que la hace ser "ineficiente" desde el punto de vista financiero y poco atractiva para los inversores institucionales. Un hecho que ha ocurrido en otras empresas que han salido a bolsa, especialmente en el caso de las privatizaciones, y cuyo accionista mayoritario ha sacado dinero de la caja antes de vender las acciones. Lo que es menos habitual es endeudarla previamente porque los nuevos inversores son los que acarrean con el pasivo.
La garantía de este críédito serán los activos de Endesa en España, que será quien asuma la deuda. Por su parte, Enel, dueño actual del 92% de la española, se llevará 6.900 millones en el caso de que el importe final se eleve hasta los 7.500 millones. Los accionistas minoritarios, entre los que hay unos 180.000 particulares que aún poseen el 8% de la compañía energíética con sede en Madrid, se repartirán los restantes 600 millones.
La concesión del críédito está prevista para entre finales de octubre y principios de noviembre. Siempre antes de que Endesa lance la oferta pública de venta (OPV) por entre el 17 y el 22% del capital, prevista para diciembre, operación por la que Enel ingresará alrededor de otros 5.500 millones de euros. Esta cifra se suma a los 8.200 millones que Endesa pagará como primer dividendo extraordinario a cambio de traspasarle a Enel los activos en Latinoamíérica. De esta cantidad, 7.544 millones corresponden a la italiana.
En total, la empresa transalpina controlada por el Gobierno de Roma se va a meter al bolsillo hasta 19.950 millones: 7.544 millones a cuenta del primer dividendo, otros 6.900 por el segundo, más los 5.500 de lo que ingrese por la OPV. Es decir, va a recuperar casi la mitad de lo que Enel pagó por tomar el 100% de Endesa entre 2007 y 2008 cuando se impuso a E.ON y a Gas Natural en la famosa guerra de opas. En aquella batalla, la transalpina pagó 41,3 euros por cada acción de la española, que fue valorada en 43.726,4 millones. Hoy cotiza ligeramente por encima de 30 euros gracias a la subida del 38% en lo que va de año.
Y colocación entre minoristas
Esta salida de caja y de activos de Endesa ha sido calificada por fuentes del gobierno como “un expolio†por parte de Enel, que al mismo tiempo se ha quejado del trato recibido en España por los continuos cambios en la regulación elíéctrica. Endesa, Iberdrola, Gas Natural, Acciona y la mayoría de los operadores de renovables han tenido que realizar provisiones millonarias por las decisiones adoptadas por el Ministerio de Industria para atajar el díéficit de tarifa.
Lo cierto es que Enel, además de exprimir la caja de Endesa, va a recurrir al dinero de los ciudadanos para realizar la OPV sobre un máximo del 22% del capital. Según indican distintas fuentes, la participación de BBVA, de Santander y de CaixaBank en el príéstamo está relacionada con el papel que harán de colocador en la oferta de acciones, que tendrá un importante tramo minorista. En consecuencia, la italiana pedirá a los inversores minoristas que le compren las acciones de Endesa que venderá en bolsa antes de Navidad.
