Cambio de planes en CaixaBank. La entidad con sede en Barcelona ha suspendido la venta de su negocio de tarjetas de críédito, operación por la que planeaba ingresar hasta 500 millones de euros. El banco presidido por Isidro Fainíé y General Atlantic, el fondo estadounidense con el que había llegado a un principio de acuerdo para traspasarle hasta el 20% del capital de esta filial, han roto las negociaciones.
Fuentes próximas a la transacción indican que las desavenencias se han producido por las imposiciones de General Atlantic, que había exigido un elevado retorno a su inversión que CaixaBank no podía asegurarle, salvo con la puesta en marcha de un duro plan de ajuste en la división. Aunque el banco español tenía previsto vender en un principio hasta el 50%, posteriormente fue rebajando este porcentaje al 20 y hasta el 10% en el último tramo de las conversaciones.
Pese a la atmósfera política en Cataluña, cuyo proceso soberanista ha supuesto la salida de varias multinacionales de la región, fuentes próximas al fondo de inversión estadounidense han negado que este factor haya tenido algún tipo de influencia en la decisión de no continuar con la compraventa. CaixaBank y General Atlantic han declinado hacer cualquier comentario oficial sobre esta información.
La operación, que ha sido asesorada por Nomura en representación del grupo liderado por Fainíé, estaba valorada en cerca de 500 millones de euros. La entidad catalana constituyó en 2012 una compañía bajo el nombre de CaixaCard, en la que aglutinó sus más de 12 millones de clientes con el objetivo de dar entrada a un socio y obtener plusvalías para reforzar sus fondos propios. Aunque el valor en libros rondaba los 2.200 millones, la tasación con la que salió a la venta era de 2.500 millones.
Para ello, contrató al banco japoníés que ofreció la filial a numerosos fondos de capital riesgo extranjeros con músculo para acometer una transacción de este tamaño. Los finalistas fueron General Atlantic y Warburg Pincus, que ya han realizado inversiones en España. La más importante fue la compra del 49% de Santander Asset Management por 1.000 millones de euros en mayo de 2013, alianza que los ha convertido en los socios estratíégicos en gestión de activos del mayor banco de la Eurozona.
El líder en España
Propiedad 100% de CaixaBank, CaixaCard gestiona el mayor parque de tarjetas de críédito en España, con un total de 12,6 millones de unidades. En 2013, la facturación global en compras de todas las tarjetas del banco catalán se incrementó en un 19%, hasta alcanzar los 22.493 millones de euros, lo que se tradujo en una cuota de mercado líder del 20,7%.
CaixaCard se constituyó a finales de 2012, cuando CaixaBank traspasó a una nueva compañía todo su negocio de tarjetas de díébito, críédito y prepago. La operación se realizó mediante una ampliación de capital no dineraria por un importe de 2.100 millones. El objetivo de la creación de esta filial era impulsar el negocio de los medios de pago y acelerar la introducción de innovaciones en un sector en plena transformación por la aparición de nuevas tecnologías como los pagos sin contacto, con el telíéfono móvil y por internet (servicio CaixaWallet).
Incorporar socios a sus filiales es una estrategia muy habitual en CaixaBank, que ya ha hecho lo mismo en otras divisiones. Así lo hizo con el negocio de terminales de punto de venta (TPV) para comercios, para lo que se asoció con la multinacional estadounidense Global Payments, que tomó el 51% del capital. En el área de seguros generales, firmó una alianza a partes iguales con Mutua Madrileña y otra con Adeslas en seguros de salud. Por su parte, el fondo Texas Pacific Group (TPG) se convirtió en 2013 en el accionista de referencia de Servihabitat, una de las inmobiliarias del banco.