En el afán de la banca por impulsar la financiación para mejorar su cuenta de resultados el primer segmento de actividad que vuelve a crecer en saldos netos y de manera elevada es el críédito al sector público. El príéstamo otorgado a las administraciones del Estado subió en el último año -entre noviembre de 2013 y noviembre de 2014- un 19,88%, según las últimas estadísticas del Banco de España.
Un impulso así no se veía desde los momentos previos a rescate financiero, cuando el saldo alcanzó máximos históricos en 106.284 millones, con expansiones interanuales cercanas al 30%. Desde entonces no ha parado de caer, principalmente por el cerrojazo que provocó la sequía de liquidez con la economía en shock, con la crisis del euro y la desconfianza total de los inversores hacia el país.
Había caído un 28%
La situación poco a poco ha ido mejorando, lo que ha permitido a la banca ir restableciendo la disposición en nuevas operaciones, principalmente en el último año. Entre el máximo histórico de los 106.284 millones, coronado en junio de 2012 y final de 2013, la financiación en manos del sector público se había desplomado un 27,90% o el equivalente a 29.659 millones.
El cambio de signo comienza a instalarse con el arranque de 2014 con cierto titubeo y coge fuerza a la vuelta del pasado verano. En solo tres meses la financiación a entes públicos sube un 6,47% -en este análisis solo se computa el príéstamo de la banca, excluído el ICO-. Queda, en todo caso, mucho para aproximarse a los momentos de mayor disposición. Entre 2007 y 2012, los críéditos al sector público se multiplicaron por 2,5 veces.
El endeudamiento de las Administraciones Públicas no ha dejado de engordar a pesar de todo y ha escalado desde 568.700 millones a 1,02 billones entre 2009 y noviembre pasado. No por el críédito sino por la multiplicación de emisiones de deuda soberana y los programas de asistencia instrumentado para evitar que la morosidad de entes públicos aumentasen la asfixia y mortandad de empresas. Hace dos años se lanzó el Fondo de Liquidez Autonómico y el fondo para financiar el pago a proveedores, cuyo saldo en favor de administraciones públicas ronda los 91.189 millones.
El stock de la financiación al sector público remonta mientras la cartera total crediticia aún cae el 5,83% y pese a que la preferencia de la banca son las pymes y las familias. Su avance se explicaría en que el negocio con entes y empresas públicas es muy reducido (91.500 millones frente a una financiación total de 1,38 billones de euros).
La guerra comercial se libra en pymes por el mayor margen que dejan sus príéstamos -el críédito para operaciones inferiores al millón de euros tiene un interíés medio del 4,273% TAE, frente al 2,387% en importes superiores- y las oportunidades que brindan para venderles otros productos.
De hecho, la vinculación es la clave en las hipotecas, cuyo precio se ha desplomado al 2,859% TAE medio, si bien el acceso a las mejores ofertas está condicionado a domiciliar nóminas desde 1.500 o 2.000 euros y contratar un extenso abanico de productos generadores de comisiones. Al sector le interesa hacer más números de operaciones, pero no espera que el stock global aumente hasta el próximo año por el fuerte proceso de desapalancamiento del sector privado.
Aún así, atrás quedan los años de escatimar recursos. El nuevo críédito a familias superó el pasado mes de noviembre el concedido en todo 2013 -progresa a ritmos interanuales del 19%- y en pymes lo hará a finales de 2014.
