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El Nuevo Banco de Desarrollo (NBD) inaugurado en la ciudad china de Shanghai promoverá a partir de hoy proyectos de infraestructura, principalmente en los países del BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica).
Los líderes del BRICS firmaron un pacto para establecer el banco durante su sexta cumbre en Brasil realizada en julio de 2014. La institución financiera empezará a operar a fines de este año o principios de 2016.
El ministro chino de Hacienda, Lou Jiwei; el acalde de Shanghai, Yang Xiong; y el presidente del NBD, K.V. Kamath de la India, asistieron a la ceremonia de inauguración.
La entidad complementará el sistema financiero internacional existente de forma sana y explorará innovaciones en modelos de gobernación, declaró Lou en un seminario despuíés de la ceremonia.
A travíés de un comunicado, Jim Yong Kim, presidente del Banco Mundial, señaló que el NBD se une a un creciente número de instituciones multilaterales -incluido el Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras (BAII)- que trabajan para hacer frente a las enormes necesidades del mundo en esa esfera.
Los mercados emergentes y los países de bajos ingresos encaran una brecha anual de entre 1 y 1,5 mil millones de dólares en gastos de infraestructura, detalló.
Estamos comprometidos a trabajar estrechamente con el NBD y otras instituciones. Este tipo de asociaciones será fundamental a la hora de alcanzar nuestros objetivos comunes para poner fin a la pobreza extrema para 2030, promover prosperidad compartida y reducir desigualdades, enfatizó Jim.
En lo referente a los vínculos entre el NBD y el BAII, Lou subrayó que tanto la nueva entidad iniciada por los países del BRICS, como el BAII, propuesto por China, han mostrado cómo las economías emergentes pueden mejorar las infraestructuras globales y reformar la gobernación económica mundial.
A su juicio, las dos instituciones se complementan entre sí al ser diferentes en composición y tener distintos objetivos. La demanda mundial de financiación de infraestructuras es enorme, aseveró.
El NBD contará inicialmente con un capital autorizado de 100 mil millones de dólares y uno suscrito de 50 mil millones de dólares, compartidos equitativamente entre sus cinco fundadores.