Entre inmuebles y críéditos a promotores, los principales bancos tienen en balance 146.250 millones de euros. En un año han rebajado esta cifra en 45.150 millones.
La carrera entre los bancos para deshacerse del denostado ladrillo sigue adelante. En el último año, las principales entidades han conseguido reducir su exposición total al sector inmobiliario (tanto inmuebles en balance como críéditos) en 45.150 millones de euros, o un 23,6%, hasta situarla en 146.253 millones. De esta cifra, 98.870 millones son inmuebles y el resto son críéditos.
En ambos casos, las cifras se refieren al valor bruto en balance, es decir, sin descontar las provisiones que los bancos han ido acumulando para hacer frente al deterioro de estos activos. Esto significa que el riesgo real que todavía tienen las entidades es más bajo, rondando en cada partida los 40.000 millones.
Dentro de esta tendencia general de reducción de la exposición inmobiliaria, las distintas entidades tienen estrategias y resultados distintos. Los datos de las Memorias Semestrales revelan que CaixaBank y Bankia son los que más han avanzado hacia el objetivo.
Cabe especificar que estos datos no siempre coinciden con los que los bancos han comunicado al mercado en sus presentaciones de resultados, debido a que, en la Memoria, el Banco de España les obliga a incluir todas las tipologías de inmuebles de todos los negocios en España, mientras que en el informe para analistas algunos bancos no incluyen inmuebles destinados al alquiler, otros descuentan los activos que ya se han adjudicado en subasta pero de las que todavía no tienen la propiedad, etcíétera.
Brotes verdes
CaixaBank ha conseguido reducir su stock inmobiliario bruto en casi 100 millones, y ha amortizado otros 5.116 millones de críéditos a promotores. El banco catalán asegura que la recuperación del mercado inmobiliario le está permitiendo no sólo incrementar el volumen de ventas de adjudicados, sino tambiíén reducir las píérdidas asociadas, es decir, que vende a un precio muy parecido al valor neto del activo (valor contable descontando la provisión realizada). En el periodo examinado, CaixaBank ha comercializado inmuebles por 2.346 millones de euros, entre ventas y alquileres.
En el caso de Bankia, la caída de la exposición total al ladrillo roza el 17%. Los inmuebles en balance han bajado hasta los 4.343 millones y los críéditos hasta los 1.493 millones. Cabe recordar que las cifras de Bankia son tan bajas con respecto a los competidores porque la entidad (igual que las demás que fueron nacionalizadas o recibieron ayuda) traspasó la gran parte de su ladrillo tóxico a la Sareb, el banco malo participado por el sector público y accionistas privados (la mayoría de ellos, entidades financieras sanas).
Santander se sitúa en el tercer lugar del ránking, con una reducción del peso inmobiliario del 13%. El stock de inmuebles del banco que preside Ana Botín ha bajado en 477 millones en la comparación interanual, hasta los 10.381 millones, mientras que los críéditos suman 8.653 millones, tras reducirse más del 21%. La morosidad de estos críéditos es la segunda más alta, con una ratio del 66,3%, superada sólo por la de BBVA, con el 67,8%. En el primer semestre, Santander vendió unos 5.200 inmuebles, reduciendo el ritmo que había mantenido en 2014. No obstante, el banco asegura que los descuentos son ahora menores y que en algunos casos hasta está consiguiendo pequeñas plusvalías con estas ventas.
Despacio
Mucho más despacio procede el aligeramiento del fardel del ladrillo para otros bancos, como Popular. La entidad que preside íngel Ron baja la exposición total un 2,8%, gracias a la fuerte reducción de los críéditos, porque, en cambio, los inmuebles continúan creciendo. De hecho, Popular, el sexto banco por ránking de activos, es el que tiene actualmente la mayor cifra de inmuebles (16.216 millones) y de críédito promotor (16.643 millones). Desde el banco aseguran que la evolución en el semestre se explica por la estrategia de "ser más activos en la adjudicación, para darles una salida más rápida a estos activos", aprovechando así la recuperación del mercado inmobiliario. De enero a junio, el banco ha vendido pisos por 1.172 millones.
Distinta es la situación de Bankinter, el banco que menos ha sufrido la debacle inmobiliaria, gracias a la prudencia que le caracterizó en la fase expansiva del críédito. Su exposición al ladrillo no llega a los 1.300 millones y, aún más llamativo, la ratio de morosidad de los críéditos al sector es "sólo" del 25%, menos de la mitad del promedio (que está en el 54,6%).
Subidas
De los bancos analizados, sólo dos, Sabadell y BBVA, aumentaron su exposición al ladrillo en el último año. En el caso de Sabadell, el incremento se explica por la entrada de activos adjudicados, por encima de las ventas, que hacen que el stock suba hasta los 9.227 millones. El descenso de los críéditos, del 5%, no es suficiente para compensar este efecto. Estas cifras incluyen el 20% de riesgo que Sabadell tiene de los activos de la antigua CAM que están cubiertos en la parte restante por el Esquema de Protección de Activos (EPA) que le concedió el Estado. Por esta razón, a diferencia de las otras entidades, los datos del banco que preside Josep Oliu corresponden a los presentados a los analistas y no a los de la Memoria Semestral, que recogen el 100% de los activos cubiertos por el EPA.
BBVA es el banco que más incrementa la exposición, fundamentalmente por los adjudicados, que crecen en 2.200 millones. De esta cifra, sin embargo, prácticamente la mitad se debe a la incorporación en balance de CatalunyaBanc, que el banco agregó a finales del segundo trimestre. BBVA explica que, a la vista de la recuperación del mercado, se ha instalado en una estrategia de ventas selectivas, con el objetivo de maximizar la rentabilidad. Es decir que prefiere emplear más tiempo en limpiar el stock que asumir píérdidas para acelerar el proceso.
Michela Romani