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Autor Tema: Arcontes, jerarquí­a y pensamientos que se desbordan alocadamente  (Leído 688 veces)

Scientia

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 http://www.bibliotecapleyades.net/vida_alien/alien_archons49.htm

Arcontes, jerarquí­a y pensamientos que se desbordan alocadamente.


Hay una premisa simple en la literatura esotíérica:
Los pensamientos tienen poder.
Incluso la ciencia moderna acepta que detrás de la estructura que conocemos como el mundo material hay una red de energí­a, e interacciones entre los diferentes tipos de energí­a a crear la apariencia de solidez que llamamos materia.
 
El pensamiento, entonces, como una forma de energí­a, tiene la misma potencia.
 
Esta es la razón por la cual en tantas tradiciones hay advertencias sobre el control del proceso de pensamiento, mientras que pensar y hacer aún son cosas diferentes, el pensamiento tiene sus efectos.
 
Los clarividentes de muchas persuasiones han visto y documentado las formas producidas por diversos tipos de pensamiento; vea la obra de Charles Leadbeater. Si bien muchas de estas formas son fugaces, cuando son capacitadas por las emociones y por la memoria se convierten en algo más que pensamientos, se convierten en formas de pensamiento.
 
Estas formas de pensamiento existen más allá simplemente cuando se piensan - asumen una existencia independiente dentro de la mente del pensador. Luego influyen en la memoria y condicionan nuestra percepción de la vida cotidiana.
 
Es posible que deseemos ver estas formas de pensamiento, ya que sólo existen dentro de la psique del neurótico o inestable, y sin embargo, todos tenemos nuestras vidas condicionadas por las formas mentales que nosotros hemos creado en el pasado.
 
La mayorí­a de la gente nunca ven el presente sin filtrar, toda experiencia es colada a travíés de formas mentales creadas a partir de la infancia, e incluso más allá a travíés de vidas pasadas.
"Meme: Una idea contagiosa que se replica como un virus, transmitida de una mente a otra. Los memes funcionan de la misma manera que los genes y los virus hacen, se propagan a travíés de redes de comunicación y el contacto cara a cara entre las personas."
David S. Bennahum
Los pensamientos sin embargo van mucho más lejos.
 
Como se documenta en gran parte la investigación moderna sobre Memes, las formas de pensamiento pueden ser como los virus de la mente. Se pueden propagar a lo largo de grupos, familias, naciones y de hecho el mundo, y son pasadas a travíés de los niveles más profundos del inconsciente que todos experimentamos.
 
Rumores, cuentos y mitos urbanos son todos memes o formas de pensamiento. Si bien pueden ser transmitidos principalmente por la palabra impresa, el Internet, los medios de comunicación, etc., hay un momento en que llegan a cierto "punto de saturación" y luego pasan a formar parte del inconsciente colectivo.
 
Esto es excepcionalmente peligroso, ya que las formas negativas y violentas pueden controlar grupos y multitudes creando violencia callejera y agresión. Estas mentes de grupos son realmente formas de pensamiento fuera de control, y son conocidas en la tradición gnóstica como Arcontes.
 
Hay multitud de arcontes viviendo tanto en nuestras mentes como en el inconsciente colectivo.
 
No sólo pueden existir Arcontes en la mente inconsciente colectivo, ellos pueden crear una brecha en los mundos astrales a travíés de la cual las entidades espirituales caí­das pueden entonces moverse en las esferas terrenales y controlar las formas mentales creadas.
 
Los Arcontes son productos de la humanidad animados por espí­ritus caí­dos y alimentados por nuestras propias emociones. Pueden controlar e influir en las personas, los colectivos, incluso las naciones y los gobiernos.
 
En la literatura gnóstica estos Arcontes pueden aumentar así­ en poder y se convierten en Dominios, fuerzas que controlan grupos enteros de personas; incluso razas y paí­ses. La gente de muchas religiones piensan que están adorando al YO-SOY, sin embargo en realidad están alimentando a un dios falso, un arconte que han creado a partir de su propia ignorancia.
 
Esto ocurre con demasiada frecuencia, y es la razón por la cual la tradición esotíérica es imprescindible.

Sin la guí­a del esoterismo, muchos serán capturados en la red de la religión exotíérica (exterior). El fundamentalismo, las sectas, la literalidad, el extremismo son todos los productos de lecturas incorrectas de la tradición espiritual.
 
Cuando estos grupos se desarrollan, sus formas de pensamiento adquieren una vida propia y, al no estar conectados a energí­as "reales" de la Gran Cadena del Ser, pronto se amargan y se convierten en un nexo para la manifestación de las entidades caí­das de los mundos astrales.
 
Estos espí­ritus caí­dos trabajan fuera de sintoní­a con el universo y vigorizan estas formas para convertirse en campos independientes, discretos campos de energí­a en el mundo astral (Arcontes). Crecen desde Arcontes a Jerarquí­as y gobiernan desde sus reinos astrales. Sus pobres y desafortunados adoradores piensan que están siguiendo al "verdadero dios", pero en realidad están alimentando monstruos creados a partir del sufrimiento y la ignorancia humano.
 
Muchas de estas formas se alimentan del sufrimiento, mientras que otras se alimentan del placer, y amplifican las emociones de sus miembros para ganar más y más sustento.
 
En cierto sentido, son realmente "vampiros espirituales", y sin esoterismo, todas las religiones y tradiciones sucumben.
"(Se llevaron...) El nombre de los que son buenos y se lo dieron a los que no son buenos, por lo que a travíés de los nombres podrí­an engañar y obligar a (la humanidad) unir a aquellos que no son buenos."
Nag Hammadi - Evangelio de Felipe 54: 18-25.
La imagen de los Arcontes es muy fuerte en la literatura gnóstica, y porque se ha mezclado con cuentos de dualismo cosmológico, muchos han llegado a creer que los Arcontes son el resultado de un error cósmico o caí­da.
 
La realidad es que no hubo error cósmico, sólo una interpretación errónea causada por la ignorancia.
 
Pero al mismo tiempo esta ignorancia ha creado un portal a travíés del cual las formas caí­das pueden entrar y son estos Arcontes, o como sea que los llamemos, que nos impiden apreciar nuestras propias percepciones erróneas. De hecho, es a travíés de nuestro propio permiso que entran en la esfera de la tierra.
 
Esta es la idea que dio origen a la tradición de la "caí­da del hombre".
 
Debido a que el hombre en su ignorancia creó formas de pensamiento caí­do y permitió a entidades caí­das entrar en el torrente de la tierra, entonces, en última instancia, el hombre es responsable de la condición actual de su planeta, su cultura y su alma.
 
La cuestión de los Arcontes es compleja, porque hay una interacción entre nuestras propias formas de pensamiento y las verdaderas entidades astrales caí­das.
 
Las formas de pensamiento permiten a estas entidades interactuar con nuestro propio inconsciente. Pueden cambiar de forma de acuerdo con el lenguaje de la cultura a travíés del cual se comunican y, siendo una mezcla de nuestras propias formas de pensamiento y espí­ritus "caí­dos", puede imitar nuestros propios deseos y necesidades ocultas.
 
Mientras que en los perí­odos medievales podemos haber tenido demonios, í­ncubos y súcubos, en el presente tenemos aliení­genas, abducciones y experimentos míédicos por criaturas que no podemos ver. En el modo moderno, estos Arcontes son a veces llamados "Ultraterrestres".
 
Sin embargo, debemos darnos cuenta de que estas formas son de origen espiritual.
 
Aunque hay muchas otras razas dentro de nuestro universo, parece que un porcentaje de avistamientos de ovnis y experiencias reflejan nuestros propios miedos, terrores, sus necesidades y deseos y por lo tanto tienen un origen arcóntico.
"El mundo es obra de poderes inferiores que, aunque pueden ser descendientes de í‰l, no conocen al verdadero Dios y obstruyen el conocimiento de íél en el cosmos sobre aquellos a los que gobiernan.
 
El gíénesis de estos poderes inferiores, los Arcontes, y en general la de todas las órdenes de estar fuera de Dios, incluyendo el propio mundo, es el tema principal de la especulación gnóstica... El universo, el dominio de los Arcontes, es como una inmensa prisión cuya mazmorra más interna es la tierra, la escena de la vida del hombre.
 
Alrededor y por encima de ella las esferas cósmicas están dispuestas como conchas concíéntricas cerradas. Más frecuentemente hay siete esferas de planetas rodeados del octavo y de las estrellas fijas...
 
El significado religioso de esta arquitectura cósmica radica en la idea de que todo lo que se interpone entre el aquí­ y el allá sirve para separar de Dios, no sólo por la distancia espacial sino por la fuerza demoní­aca activa. Así­, la vastedad y multiplicidad del sistema cósmico expresan el grado el cual el hombre es retirado de Dios...

El Arcontes gobiernan colectivamente el mundo y cada uno individualmente en su esfera es un guardián de la cárcel cósmica. Su tiránico gobierno del mundo se llama Hiemarmene, Destino universal... [Este destino universal] apunta a la esclavitud del hombre.
 
Como guardianes de su esfera cada Arconte prohí­be el paso a las almas que buscan ascender despuíés de la muerte, con el fin de evitar su escape del mundo y su retorno a Dios".
La Religión Gnóstica
Hans Jonas
Así­, cuando leemos una descripción del gnosticismo como la que se encuentra en el texto clásico La Religión Gnóstica (The Gnostic Religion) por Hans Jonas, debemos apreciar que el dualismo cósmico aparente es en realidad un dualismo entre lo real y lo irreal, entre la luz de los mundos superiores y fuerzas que han sido creadas a travíés de la ignorancia.
 
Son como los "monstruos del planeta prohibido", parecen bastante reales y desde el mundo fí­sico es formado y moldeado por nuestras percepciones, son reales, para todos los efectos.
 
La única manera de que podemos escapar del Hiemarmene (destino universal), es dándonos cuenta de que nosotros mismos hemos creado las rejas de la prisión.
"¡Quíé mundo tan trágico es este, reflexionó.
 
Aquellos aquí­ abajo son prisioneros, y la tragedia final es que no lo saben; creen que son libres porque nunca han sido libres, y no entienden lo que esto significa. Esta es una prisión, y pocos hombres la han adivinado.
 
Pero yo síé, se dijo a sí­ mismo. Porque es por eso que estoy aquí­. Para quemar las paredes, para derribar las puertas de metal, para romper cada cadena.
 
No has de ponerle bozal al buey cuando trilla, pensó, recordando la Torá".
La Divina Invasión
Phillip K. Dick
HarperCollins 1981
 

"Porque no nos luchamos contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los dominadores de este mundo de tinieblas."
Efesios 6:12.
Mientras que los Arcontes y el Demiurgo son creaciones de la ignorancia del hombre, ellos son utilizados por los espí­ritus caí­dos como fuente de energí­a.
 
Este es uno de los principales problemas con los Arcontes que nosotros creamos - ellos atraen a las formas y los espí­ritus que están en la ignorancia y, por lo tanto, los siguen.

 

Referencia
Instituto de Estudios Gnósticos (1997-2000) - El Manual gnóstico.