Con su sonrisa, sin mutar su rostro de inocencia y de deportista ejemplar, que lo es, pero sin callarse nada. El estilo de Marc Márquez huye del histrionismo de Rossi y su camarilla, pero suelta los mensajes con carga de profundidad hacia su enemigo dialíéctico del último año, desde la batalla de Sepang.Era el momento de enviar varios recados
El título le deja "un regustillo especial, por todo lo que ha pasado".Se refiere a los problemas con la moto, pero tambiíén a la hostilidad manifiesta del italiano.
Va a por los 10 títulos Mundiales.Para superar los 9 que atesora ahora Il Dottore y para recordarle que el díécimo se le quedó a medias en 2015.
Le vio "nervioso y agresivo en las primeras vueltas".Cuando en la curva 3 Marc le hizo un interior para quitarle las pegatinas, casi sobre el semáforo. Es para que sepa que tambiíén sabe jugar ante el micrófono.