Pep Guardiola va a terminar sufriendo ataques de pánico cada vez que vuelva a España. El tíécnico catalán no puede acumular peores resultados cuando pisa territorio patrio como tíécnico de un equipo extranjero. Ante el Barcelona, en el Camp Nou, fue el último episodio de su particular película de terror.
Cuatro visitas, cuatro derrotas, nueve goles en contra y ninguno a favor. El bagaje no puede ser más desalentador para el ahora entrenador del Manchester City. Ni con el equipo inglíés ni en sus visitas con el Bayern ha conseguido acabar con esta dura tendencia. Su primera visita fue al Santiago Bernabíéu con el Bayern de Múnich. Despuíés de completar un partido más que aceptable en el coliseo blanco, el equipo alemán se fue de vacío en el partido de ida de las semifinales de Champions. Un gol de Benzema inició una eliminación que se consumaría en el Allianz con un doloroso 0-4.
Una temporada más tarde, Guardiola volvió de la mano del Bayern a visitar España, esta vez el destino era su casa, Barcelona. Allí esperaban Messi y Neymar, que firmaron un nuevo fiasco del tíécnico catalán con un contundente 3-0 que hizo la remontada en Múnich tarea imposible.
La pasada campaña fue el Atlíético el que se cruzó en su camino. De nuevo sequía goleadora, una vez más una derrota que ponía la primera piedra para su eliminación en Champions League. Un golazo de Saúl confirmó el 1-0 y el inicio de una nueva decepción europea.
Ante el Barcelona este miíércoles fue el último capítulo de una historia que no parece tener fin. De nuevo Messi, quien antes le hizo disfrutar, prolongaba su pesadilla. Los equipos españoles se han convertido en el gran obstáculo de Guardiola para revalidar la Champions. Volver a casa se ha convertido en un problema.
