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Autor Tema: Lukoil, una operacion delicada: Zapatero sella con Rusia su gran alianza  (Leído 534 veces)

Zorro

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Lukoil, una operacion delicada: Zapatero sella con Rusia su gran alianza

Pedro Arnuero

En los últimos años, el presidente Zapatero viene realizando un constante y paulatino acercamiento a la Rusia del zar rojo Vladimir Putin, hasta convertir las relaciones con el Kremlin en el pivote estratíégico en el que gira su actual polí­tica exterior. España, al igual que ocurre con Alemania e Italia, es consciente de que está condenada a entenderse con Rusia, como superpotencia europea, ya que tiene la llave del suministro energíético. Este paí­s no es sólo un inmenso "granero" de materias primas y recursos energíéticos, sino que se ha recuperado como la gran superpotencia rival de EEUU en Europa y, sobre todo, en Latinoamíérica.

En los últimos años, el presidente Zapatero viene realizando un constante y paulatino acercamiento a la Rusia del zar rojo Vladimir Putin, hasta convertir las relaciones con el Kremlin en el pivote estratíégico en el que gira su actual polí­tica exterior. España, al igual que ocurre con Alemania e Italia, es consciente de que está condenada a entenderse con Rusia, como superpotencia europea, ya que tiene la llave del suministro energíético. Este paí­s no es sólo un inmenso "granero" de materias primas y recursos energíéticos, sino que se ha recuperado como la gran superpotencia rival de EEUU en Europa y, sobre todo, en Latinoamíérica. Hay que recordar que España es el paí­s de la Unión Europea con mayor dependencia energíética. ¿Cuáles son las claves polí­ticas y económicas de este acercamiento de Zapatero a Rusia? Desde el punto de vista meramente polí­tico y diplomático, es el único de los paí­ses no musulmanes que ha apoyado la Alianza de Civilizaciones, proyecto estrella en materia de polí­tica exterior de Zapatero, y presentado en Naciones Unidas junto a Turquí­a. Tanto España como Rusia y China se han aliado en la ONU y otros organismos internacionales para levantar las sanciones impuestas contra el ríégimen de los ayatolás, por su carrera nuclear. En el caso de Rusia y China, este apoyo viene motivado directamente por los recursos energíéticos. Por ejemplo, la petrolera Lukoil tiene importantes intereses de yacimientos en Irán.

Zapatero quiere un mundo bipolar
En polí­tica exterior, pese a la victoria del demócrata Barak Obama en EEUU, hay que recordar la ideologí­a antiamericana tan arraigada en el presidente del Gobierno socialista durante la Administración Bush y en contra de la Guerra de Irak. En cierta manera, Zapatero es partidario de un mundo bipolar, con dos grandes superpotencias para así­ poder contrarrestar el poder de EEUU. Por eso, el Gobierno Zapatero no dudó en jugar un papel muy activo a favor del Kremlin, durante la invasión de Georgia en agosto de este año. España bloqueó dentro de la Unión Europea diferentes propuestas para sancionar a Rusia. Asimismo, impidió dentro de la Unión Europea que se abriesen comisiones de investigación para determinar si habí­a violado los derechos humanos en la invasión. Tanto el presidente Zapatero, como el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel íngel Moratinos, fueron los únicos dirigentes de la UE que no condenaron explí­citamente la invasión de Georgia. Durante estos últimos cuatro años, el presidente español ha realizado tres viajes oficiales al Kremlin. El primero en diciembre de 2004, cuando el todopoderoso Vladimir Putin, verdadero zar de Rusia, era todaví­a presidente.

Acercamientos al Kremlin.
En esa primera visita, Zapatero y Putin acordaron fortalecer las relaciones comerciales, y sobre todo disminuir el desequilibrio entre las exportaciones españolas, que en ese año no superaban los 905 millones de euros frente a las importaciones, que representaban 3.650 millones de euros. Un desequilibrio motivado principalmente por la compra a Rusia de gas y petróleo.

Tambiíén se decidió potenciar las cumbres bilaterales anuales en Moscú y Madrid, ya empezadas en el anterior Gobierno de Aznar. Putin incrementó y selló esta alianza estratíégica con Zapatero consciente del peso español en el ámbito internacional y principalmente como un aliado preferente dentro de la UE. La segunda visita oficial fue en mayo de 2005, donde Zapatero fue invitado por Putin en los actos conmemorativos del 60 aniversario de la finalización de la Segunda Guerra Mundial. Y el último se realizó en octubre de 2007, al poco tiempo de ser nombrado Dimitri Medveded, delfí­n de Putin, como nuevo presidente.

Relaciones comerciales
En los últimos cuatro años de Gobierno de Zapatero, el comercio exterior entre ambos paí­ses ha aumentado considerablemente, sobre todo en cuanto a las exportaciones. Si en 2004 no sobrepasaba los 905 millones de euros, en 2007 llegaron a los 2.093. Este año, sólo en el periodo de enero a septiembre, las exportaciones ya han superado las 2.185 millones, 92,7 millones más a falta del último trimestre. En el ranking de los principales sectores que exporta España a Rusia son: la tecnologí­a industrial, el sector hábitat, moda, y productos cárnicos y hortofrutí­colas. Y, ¿quíé es lo que importamos de Rusia? Principalmente, productos y producción energíética, de la industria de la construcción, materias primas, de la industria quí­mica y grasas y aceites. Respecto a los flujos de capital, la inversión española en Rusia es todaví­a insignificante, aunque durante 2007 habí­a crecido considerablemente. í‰sta se concentra en el sector agroalimentario y las principales empresas están en San Petersburgo. Tampoco es representativa la inversión de Rusia en nuestro paí­s. Existen 290 empresas con capital superior a 3.000 euros, todas ellas constituidas por ciudadanos rusos. Lo que sí­ ha aumentado de manera considerable en los últimos diez años han sido las inversiones inmobiliarias principalmente en todo el Levante y la Costa del Sol. Como dato, más del 50% de las exportaciones rusas se dirigen a la UE (el 80% de ellas son materias primas: crudo, gas y madera). A pesar de esto, Rusia representa menos del 10% del comercio europeo. Mientras, la dependencia energíética de la UE es cada dí­a más evidente. Con todos estos datos, a nadie le extraña que el Gobierno de Zapatero no haya vetado, de momento, la entrada de la petrolera rusa Lukoil en Repsol.

Lukoil en Iberoamíérica
La nueva administración de Barak Obama no ve con buenos ojos este acercamiento de Zapatero a Rusia, que puede culminar con la entrada y posterior control de la petrolera Lukoil sobre Repsol. El hecho de que Rusia ponga sus pies en el patio trasero de EEUU controlando el sector energíético y sellando el pasado jueves importantes acuerdos económicos y militares con la Venezuela de Chávez, esta inquietando a Washington. Pero, lo que más preocupa a EEUU y a la mayorí­a de los paí­ses occidentales es la penetración de Rusia como superpotencia energíética, a travíés del gigante Gazprom para controlar el gas y el petróleo en Suramíérica. Un experto lo explica de esta manera: "Todo lo que no pudo conseguir polí­ticamente la antigua Unión Soviíética, lo está consiguiendo ahora Rusia con el gas y el petróleo".

El "zar" Putin nada más llegar al poder en el año 2.000, primero como primer ministro de Yeltsin y más tarde como presidente, siempre tuvo claro que su prioridad era devolver a la Gran Rusia su papel como superpotencia, tal como habí­a ocurrido baja la bandera de la Unión Soviíética. Y para esto, necesitaba hacer de este sector estratíégico el elemento clave de su polí­tica exterior. De esta manera, con la entrada de la rusa Lukoil en Repsol, el Kremlin tendrí­a bases energíéticas en toda Latinoamíérica: Venezuela, Ecuador, Argentina, Perú, Colombia, Míéxico y Brasil. Si finalmente se produce la toma de Repsol por parte de Lukil serí­a la guinda en el pastel del reciíén creado gran consorcio estratíégico para liderar y controlar la producción de gas y petróleo de toda Latinoamíérica.

Pero la cruda realidad es que España sigue siendo para Washington un paí­s de segunda división en Europa, muy por detrás de Reino Unido, Alemania, Francia e incluso Italia. El más que probable nombramiento de la senadora Hillary Clinton como nueva secretaria de Estado, lejos de ayudar a un posible acercamiento entre Madrid y Washington, puede incluso congelar las relaciones. Diplomáticos consultados por elEconomista aseguran que "el presidente Obama sin ninguna experiencia en temas de polí­tica exterior va a dejar manos libres a su vicepresidente Joe Biden, que fue muy crí­tico con la retirada de las tropas españolas de Irak ordenada por Zapatero antes de formar incluso Gobierno".



Estoy inmerso en la nueva fiebre del oro.