Por... KARI PAUL
La presentadora de televisión Cat Greenleaf afirma que fue despedida debido a su enfermedad mental en una nueva demanda
Cat Greenleaf alega que fue despedida por su enfermedad mental.
La enfermedad mental puede hacer la vida más difícil, pero ¿puede tu empleador despedirte por eso?
La presentadora de televisión Cat Greenleaf presentó una demanda por discriminación por discapacidad contra NBC CMCSA, -1.39% el martes afirmando que la compañía la despidió por su depresión . Greenleaf, quien fue presentadora del programa "Talk Stoop" del canal, fue cancelada días después de alertar a sus supervisores que había caído en una "depresión severa" después de la muerte de un amigo cercano. Greenleaf ha tenido problemas con la depresión desde los 7 años.
"He estado trabajando para ayudar a mi familia y a mí a través de un proceso muy doloroso", dijo en el correo electrónico a sus jefes, de acuerdo con la demanda. "La pena es real, pero al igual que la ansiedad, la depresión y la adicción, es fácil descontar, ya que no es tangible".
Su demanda dice que "está claro" que el despido se basó en discriminación debido a la enfermedad mental de Greenleaf, y que busca "daños compensatorios y consecuentes". La Ley de Estadounidenses con Discapacidades (ADA) brinda protección contra la discriminación de empleados con discapacidades, incluida la enfermedad mental .
NBC CMCSA, -1.39% no respondió de inmediato a la solicitud de comentarios, pero anteriormente le dijo al New York Post: "El empleo de Cat fue cancelado por razones legítimas y no discriminatorias. La demanda no tiene mérito ".
Los empleadores deben hacer adaptaciones razonables para las personas con enfermedades mentales, lo que incluye permitirles programar el trabajo alrededor de las citas semanales de terapia y permitirles trabajar desde casa. Los empleados pueden ser despedidos legalmente si su enfermedad mental los incapacita para realizar su trabajo o un peligro para ellos y para otros, lo que no siempre es fácil de probar, dijo Larry Cary, abogado de Cary Cane Legal en la ciudad de Nueva York, que representa profesionales en trajes de discriminación en el lugar de trabajo.
"Los casos de discapacidad que involucran salud mental son casos difíciles tanto para los abogados como para el tribunal porque se trata de una enfermedad que no se puede ver", dijo. "No se puede simplemente mirar una pierna fracturada y decir 'está rota'".
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Otra complicación: para calificar para la protección conforme a la ADA debe haber informado a su empleador sobre su enfermedad mental. Sin embargo, esto podría abrir al empleado a otras dificultades, dijo Michelle Riba, directora del Centro de Depresión de la Universidad de Michigan, quien agregó que el conocimiento de los problemas de salud mental de un empleado podría afectar subconscientemente las decisiones de contratación y promoción que toman los superiores en el futuro.
"Todos tenemos derecho a la confidencialidad y cuando decidimos que no queremos que algo permanezca confidencial, tenemos que pensar cuáles podrían ser las ramificaciones", dijo. "A nivel personal es importante evaluar dónde estás trabajando y qué impacto podría tener".
Sin embargo, las compañías tratan cada vez más la salud mental como cualquier otra enfermedad y paga: la depresión le cuesta a la economía estadounidense más de $ 51 mil millones al año en ausentismo laboral y $ 26 mil millones en costos de tratamiento directo. Algunas compañías incluso ofrecen clases gratuitas de meditación y yoga. Empresa de bienes de consumo Unilever UL, -0.12% por ejemplo, incluye capacitación para empleados de alto rango para reconocer posibles problemas de salud mental y talleres para empleados sobre el sueño, la atención plena y el ejercicio.
