Emma Newburger
El Consejo de la Ciudad de Nueva York votó el miércoles para aprobar una legislación que prohíba el uso de gas natural en la mayoría de los edificios nuevos.
Según la ley, los proyectos de construcción presentados para su aprobación después de 2027 deben usar fuentes como electricidad para estufas, calentadores portátiles y calderas de agua en lugar de gas o petróleo.
El proyecto de ley reduciría alrededor de 2,1 millones de toneladas de emisiones de carbono para 2040, lo que equivale a las emisiones anuales de 450.000 automóviles, según un estudio del grupo de expertos RMI.
Manifestantes visto sosteniendo pancartas pidiendo que se detenga el gasoducto de gas natural Williams (también conocido como 'Oleoducto de mejora del suministro del noreste (NESE)') durante una manifestación celebrada en Center Street, adyacente al City Hall Park en la ciudad de Nueva York.
Se ve a los manifestantes sosteniendo pancartas pidiendo que se detenga el gasoducto de gas natural de Williams (también conocido como “Oleoducto de mejora del suministro del noreste (NESE)”) durante una manifestación celebrada en Center Street adyacente al City Hall Park en la ciudad de Nueva York.
El Consejo de la Ciudad de Nueva York votó el miércoles para aprobar una legislación que prohíba el uso de gas natural en la mayoría de las construcciones nuevas, una medida que reducirá sustancialmente las emisiones de gases de efecto invernadero que cambian el clima de la ciudad más poblada del país.
El proyecto de ley ahora va al escritorio del alcalde Bill de Blasio para su firma. Una vez firmada, la medida entrará en vigor a fines de 2023 para algunos edificios de menos de siete pisos y en 2027 para edificios más altos. Los hospitales, cocinas comerciales y lavanderías están exentos de la prohibición.
Según la ley, los proyectos de construcción presentados para su aprobación después de 2027 deben usar fuentes como electricidad para estufas, calentadores portátiles y calderas de agua en lugar de gas o petróleo. Los residentes que actualmente tienen estufas y calentadores de gas en sus hogares no se verán afectados a menos que se reubiquen en un edificio nuevo.
