Por... Coco Liu
El club de fans de los pozos de petróleo y gas abandonados es extremadamente pequeño, pero Kemp Gregory podría ser el presidente. Donde otros ven una monstruosidad o una fuente de emisiones de metano deshonestas , Gregory ve una oportunidad.
De pie junto a un pozo de 4000 pies de profundidad en las afueras de Bakersfield, California, demuestra por qué. Un peso de 3000 libras está suspendido de un cable muy por debajo de la superficie.
Con solo presionar un botón, Gregory enciende un pequeño motor que gira, sacando el bloque de las fauces del pozo hasta que alcanza una altura predeterminada.
Ahora es más que un peso pesado; es una fuente de energía potencial. Gregory presiona otro botón y el peso comienza a descender, liberando esa energía en forma de electricidad que se puede alimentar a la red.
El sistema está diseñado para almacenar casi 2 kilovatios-hora (kWh) de electricidad, apenas lo suficiente para alimentar una secadora doméstica, dice Gregory, quien cofundó la empresa emergente Renewell Energy en 2020.
Pero la compañía espera construir sistemas más grandes en hasta al 30% de los millones de pozos de petróleo y gas inactivos en los EE. UU.
Al hacerlo, Renewell quiere convertir la infraestructura responsable de la contaminación del planeta en una solución que aborde uno de los mayores desafíos de la transición energética: almacenar electricidad de manera económica y sostenible.
Los cofundadores de Renewell pasaron 18 meses armando el primer prototipo de la startup. Foto cortesía de Renewell Energy
Los metales y minerales necesarios para producir baterías de iones de litio son actualmente escasos y caros de extraer.
A pesar de la continua caída en el precio de las baterías de iones de litio, aún podría costar $100 almacenar 1 kWh de electricidad de esta manera en 2026, según Bloomberg NEF.
Por el contrario, Gregory predice que la solución de almacenamiento por gravedad de Renewell, que se basa en gran medida en tubos de acero baratos reciclados de yacimientos petrolíferos y componentes listos para usar, podría costar tan solo $5 por kWh para 2028.
