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Autor Tema: La banca ofrece una tregua de tres años a Sacyr  (Leído 512 veces)

Eguzki

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La banca ofrece una tregua de tres años a Sacyr
« en: Marzo 04, 2009, 07:36:34 am »
Las entidades buscan un nuevo acuerdo a largo plazo con la constructora que reformule conceptos como los avales por Repsol y tenga en cuenta ingresos como la venta de Ití­nere.


La banca acreedora de Sacyr busca un acuerdo global con este grupo de construcción y servicios para reformular las condiciones de sus príéstamos y darle un respiro a largo plazo. Las negociaciones, que están en una fase inicial, se intensificarán en los próximos dí­as.

Hay grandes temas sometidos a debate. Las garantí­as de los príéstamos y los próximos ingresos extraordinarios, como los de la venta de Ití­nere, que aportará unos 1.200 millones de euros a las arcas de Sacyr, con lo que las cargas financieras de la constructora se reducirán por debajo de los 13.000 millones de euros.

La banca ya está siendo condescendiente con Sacyr para aliviar su situación. De los 14.500 millones de deuda que tení­a el grupo a diciembre de 2008, 5.079 millones siguen siendo del príéstamo que la constructora contrajo para hacerse con el 20% de Repsol, en octubre de 2006.

Liderado por Santander, Citi, Calyon y Caja Madrid, el megapríéstamo a Sacyr era un críédito sindicado entre cerca de cuarenta entidades, entre ellas multitud de cajas (Murcia, CCM, Unicaja, Extremadura, por ejemplo).

El críédito estaba garantizado con las propias acciones de Repsol. Si íéstas bajaban de un determinado nivel durante tres dí­as consecutivos, se activaban los mecanismos (margin calls) para que Sacyr tuviera que poner garantí­as adicionales.

Hasta ahora, esas garantí­as adicionales habí­an sido su filial inmobiliaria Testa, un colchón financiero que ya se ha agotado. Sacyr ha reducido el valor neto contable (excluida la deuda) de su filial desde los 2.632 millones de euros en diciembre de 2007 hasta los 1.771 millones en diciembre de 2008.

Cotización de Repsol
Según los últimos datos conocidos, los margin calls de las acciones de Repsol estaban fijados en 12,48 euros por cada tí­tulo (aunque inicialmente se pensara que eran 14 euros).

La petrolera perforó ese precio la semana pasada (lunes, martes y miíércoles). El jueves, las acciones se recuperaron, hasta los 12,73 euros. Pero el viernes, de nuevo, se pusieron por debajo de la lí­nea roja, donde continúan. Ayer, Repsol seguí­a marcando mí­nimos (11,64 euros, un 0,85% menos). Era un precio que no se veí­a desde junio de 2003.

A pesar de que las alarmas ya han saltado, la banca ha decidido no presionar a Sacyr exigiíéndole inmediatamente más garantí­as. Fuentes de las entidades explican que hay que tener en cuenta el escenario actual de la bolsa, donde todos, en mayor o menor medida, están sufriendo sus propios reveses. El Ibex ha cedido un 21,4% en lo que va de año. Además, las lí­neas de negocio tradicionales de la compañí­a tampoco atraviesan por un buen momento.

Tanto los acreedores como la propia compañí­a corroboran que se encuentra al corriente del pago de intereses de la deuda gracias, entre otras cosas, al dividendo de Repsol. El gran problema siguen siendo las garantí­as del príéstamo.

Por eso, la tregua que se le está dando a la constructora es temporal, a la espera de una solución a más largo plazo, en tanto que Sacyr no consiga vender Repsol.

Es donde intervienen otros componentes. Sacyr acordó en diciembre la venta de su filial de autopistas Ití­nere. Parte de ese proceso de venta contempla una oferta pública de adquisición (opa) por parte del fondo de infraestructuras de Citi, que podrí­a presentarse la próxima semana.

Entre los ingresos extra que reciba Sacyr por Ití­nere y la renegociación de la deuda, la banca espera obtener un nuevo marco de endeudamiento para la constructora que proporcione tranquilidad al menos durante los próximos tres años. Las negociaciones serán lentas, como ya ocurrió en el caso de Metrovacesa.

La banca parte de la premisa que Sacyr no logrará vender su 20% en Repsol pese a que la compañí­a presidida por Luis del Rivero no haya retirado oficialmente el cartel de se vende a su participada. El principal motivo radica en el precio. Por cada euro de menos al que se venda, Sacyr se anotarí­a unas minusvalí­as de 250 millones.