Por... Oliver Biggadike y Daniel Kruger
Si bien los comentarios suscitaron conjeturas en el sentido de que el banco central quizá suba el costo de los príéstamos dentro de poco, la historia demuestra que es probable que la Fed mantenga la tasa de interíés de referencia en un mínimo histórico por un año o más. Los estrategas monetarios no subieron las tasas despuíés de la recesión del 2001 hasta 12 meses más tarde, y hasta 17 meses tras la contracción económica de 1991.
“A la Reserva Federal le será muy difícil subir las tasas, simplemente porque no ha inflaciónâ€, dijo Michael Cheah, que administra una cartera de bonos de US$2.000 millones en SunAmerica Asset Management en Jersey City, estado de Nueva Jersey. “El bono de dos años a un rendimiento de un 1 por ciento es un rendimiento excelenteâ€, dijo Cheah, que ha estado comprando las obligaciones.
El rendimiento del pagaríé referencial a dos años subió casi 11 puntos básicos al final de la semana pasada, o 0,11 puntos porcentuales, a un 1,1 por ciento, según la firma BGCantor Market Data. Esta fue la mayor alza desde que subió la misma cantidad el 8 de junio.
El bajón del precio de los bonos tuvo lugar despuíés que la asociación nacional de agentes inmobiliarios (NAR, por su sigla en inglíés) dijo que las ventas de hogares existentes en Estados Unidos se dispararon un 7,2 por ciento a un ritmo anual de 5,24 millones, la mayor subida desde agosto del 2007, y que Bernanke dijo en un simposio de bancos centrales auspiciado por la Fed en Jackson Hole, estado de Wyoming, que “las perspectivas de una reanudación del crecimiento a corto plazo parecen ser buenasâ€.
Posiciones especulativas
Las posiciones de los operadores muestran que la liquidación de la semana pasada puede ser de corto plazo, aun cuando el Gobierno se dispone a vender pagaríés del Tesoro por US$109.000 millones esta semana, incluso obligaciones de dos años por 42.000 millones. El pagaríé referencial a dos años subió hoy y el rendimiento bajó tres puntos básicos a un 1,06 por ciento.
Las posiciones especulativas largas sobre los pagaríés de dos años, o apuestas a que los precios subirán, eran más numerosas que las posiciones cortas por 158.041 contratos en la bolsa de futuros CBOT de Chicago la semana pasada, el mayor diferencial desde el 7 de diciembre del 2007. Esto fue justo antes de que las obligaciones, que son más sensibles a los cambios de la política monetaria de la Fed que la deuda de plazos más largos, tuvieron su mayor alza trimestral desde el 2001, y rindieron un 3,26 por ciento, según índices de Merrill Lynch & Co.