Por... Norberto Svarzman
No solo Miami enfrenta una caída en sus ingresos fiscales, el problema se extiende por toda la nación y probablemente durará un tiempo, según dice una encuesta de la Liga Nacional de Ciudades.
La encuesta, que abarcó a 379 ciudades dice que en general los ingresos de las ciudades han caído 0,4 por ciento y los gastos crecieron 4,5 por ciento y los funcionarios municipales estiman que la caída en los ingresos por impuestos se mantendrá durante los próximos dos años.
Este año fiscal 2009 se presenta difícil con un crecimiento escaso en los impuestos a la propiedad, reflejando la declinación en los precios de las viviendas. A la vez las ciudades enfrentan una reducción importante en el impuesto a las ventas, el impuesto a los ingresos y la ayuda estatal.
En el ano fiscal 2009, que en muchas ciudades finalizó el 30 de junio, los ingresos por el impuesto a la propiedad aumentaron apenas el 1,7 por ciento, en comparación con el 6,9 por ciento en el 2008.
La combinación de factores hace que este sea el peor panorama en los 24 años que la Liga ha estado encuestando a sus miembros.
El director de investigaciones de la Liga, Chris Hoene, dijo que el clima pesimista “es un indicio de la profundidad de la contracción económica y el hecho de que la recesión está afectando a todas las fuentes de ingresos de las ciudadesâ€.
Debido a que los sueldos de los empleados, el seguro de salud y las pensiones son una parte muy importante de los presupuestos municipales, dos tercios de las ciudades dijeron que han congelado vacantes o realizado despidos. Un porcentaje similar de ciudades dijo que están difiriendo los grandes proyectos de construcción.
Aproximadamente la cuarta parte de las ciudades ha aumentado los impuestos a la propiedad y el 45 por ciento ha incrementando los costos de los servicios, desde la recolección de basura a las licencias para automóviles.
Pero resulta claro que el estallido de la burbuja de los bienes raíces ha provocado un desequilibrio que es muy difícil de superar. El deterioro en los precios de la propiedad ha comenzado a hacerse sentir en las evaluaciones fiscales (amillaramiento) y nadie está seguro cuando terminará el declive en los precios de las viviendas.
Además la gente, preocupada por la crisis y la incertidumbre respecto de los empleos, ha estado reduciendo el consumo lo que disminuye la recaudación por el impuesto a la propiedad.
En general, el rendimiento por el impuesto a las ventas ha caído un 3,8 por ciento en el año fiscal 2009, dijo la Liga.
