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Autor Tema: El BCE y la OCDE ven las primeras señales de recuperación en Europa  (Leído 363 veces)

Eguzki

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Los organismos internacionales comienzan a ver los primeros sí­ntomas de estabilización en la economí­a mundial. El Banco Central Europeo (BCE) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) mejoraron ayer sensiblemente sus previsiones, aunque advirtieron de que aún siguen existiendo «ciertos riesgos» que no hay que desdeñar.


El presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, accedió ayer a la sala de prensa en la sede la institución en Fráncfort con una cara algo más seria que la habitual, aunque el mensaje que lanzó despuíés de comunicar la decisión de mantener los tipos en el 1% era más propio de una sonrisa.
Despuíés de los catastróficos números lanzados en junio, cuando preveí­an una contracción de entre el 4,1% y el 5,1% para este año, ayer mejoró sus cálculos de forma notable: cree que el PIB caerá entre el 3,8% y el 4,4% en 2009 y el rango para 2010 lo sitúa entre el -0,5% y el 0,9%.

«Los últimos datos respaldan nuestra opinión de que existen crecientes signos de estabilización en la actividad (Â…) en consonancia con la expectativa de que la significativa contracción ha terminado y será seguida por un periodo de estabilización y una recuperación muy gradual».

Trichet ve un claro cambio de tendencia. «No descartó que [la recuperación pueda llegar antes» [de mediados de 2010], dijo. A su vez, apuntó que «la confianza puede tambiíén recuperarse de forma más rápida y de que el deterioro laboral puede ser menos acusado de lo previsto».

Desde el punto de vista de los precios, las previsiones del BCE tambiíén han sido revisadas al alza y apuntan que la inflación del euro se situará en 2009 entre el 0,2% y el 0,6%; en 2010 podrí­a alcanzar entre el 0,8% y el 1,6%.

Impuestos
El presidente de la institución lanzó un aviso a los gobiernos y que, en concreto, afecta muy directamente al Ejecutivo español, que está en proceso de plena reforma fiscal. «Las medidas deberí­an centrarse en reducir los gastos, debido a que los impuestos son ya muy altos en la mayorí­a de los paí­ses de la eurozona».

No es el único organismo internacional preocupado por la situación española. El aviso de la OCDE fue ayer muy claro: «Será uno de los paí­ses donde el ajuste será más largo». Asimismo, explicó que los «sí­ntomas de inquietud» se deben a que aún hay paí­ses como España e Irlanda que siguen sufriendo ajustes en el sector de la construcción.
Así­, estos paí­ses escapan de la mejora generalizada, en un escenario en el que la OCDE estima que el PIB de la eurozona retrocederá un 3,9% a finales de año, un cifra más optimista que en junio, cuando anunciaba que el PIB del euro se desplomarí­a un 4,8% en 2009. El economista jefe de este organismo, Jí¶rgen Elmeskov, señalaba que «la recuperación parece estar al alcance de la mano».

Los brotes verdes de Europa se sustentan en el buen comportamiento de las locomotoras de la UE. El PIB de Francia, que empezó a registrar tasas positivas en el segundo trimestre, caerá un 2,1% en 2009, frente a las previsiones anteriores, que anunciaban un desplome del 3%.

Asimismo, la OCDE prevíé que la economí­a alemana se desplomará un 6,1% a finales de año, 1,3 puntos menos que lo que anunciado hasta ahora. Este organismo no facilitó nuevas cifras para España, por lo que mantiene que la economí­a española retrocederá un 4,2% este año, 6 díécimas de lo que estima el Gobierno de Zapatero.

Los problemas de liquidez
En lo que respecta a la baterí­a de medidas que ha tomado la institución para dotar de liquidez a la banca, Trichet confirmó que el 30 de septiembre se realizará otra subasta a un plazo de un año y a un tipo equivalente al oficial, es decir, del 1%. La anterior, de junio, tuvo un rotundo íéxito, con 442.000 millones. «La decisión deberí­a fomentar la concesión de críéditos a la eurozona y respaldar la recuperación».

Sin embargo, por el momento, no parece que los bancos acaben de trasladar esa liquidez a la economí­a real. Un perfecto indicador es la facilidad de depósito, una cuenta remunerada que el BCE pone a disposición de la banca para guardar su excedente de liquidez a un dí­a. Ayer se situaba en 130.364 millones cuando antes de la quiebra de Lehman Brothers en septiembre de 2008 su uso era casi testimonial.