Paso a paso se van cumpliendo los plazos de la fusión de Ferrovial con su participada Cintra, en una operación que tiene mucho de ingeniería financiera para aprovecharse fiscalmente del cambio de estructura del perímetro de consolidación del grupo. A finales de octubre las respectivas Juntas de Accionistas ratificarán la fusión, proceso que debería estar culminado para antes de fin de año. Los inversores están atentos a la operación de canje (cuatro acciones de Cintra por cada una de Ferrovial) y en las últimas semanas ambos valores han seguido calentándose.
Lo cierto es que el gigante de la construcción, la gestión de infraestructuras y los servicios parte con unas perspectivas muy positivas, sobre todo en los mercados exteriores. Recientemente se conocía que la filial británica de Ferrovial, Amey, pujará por el proyecto para la construcción de una nueva línea de ferrocarril que atravesará la capital británica de este a oeste, uniendo su aeropuerto principal con Londres. Se espera que la obra estíé en funcionamiento a partir de 2017. Se trata del mayor proyecto de ingeniería de Europa en la próxima díécada, con un presupuesto cercano a los 20.000 millones de euros, para el que se espera una dura competencia en las licitaciones y la participación de las mayores constructoras europeas, aunque a su favor juega que la propia Ferrovial es una de las empresas financiadoras del proyecto en cuanto que dos de sus filiales (la gestora de los aeropuertos de Londres y la gestora de las líneas del Metro de la ciudad) se beneficiarán de la gigantesca infraestructura. Otra de las recientes noticias que han alegrado a los inversores es la selección de Ferrovial como la oferta más favorable para el contrato de mantenimiento y gestión de las carreteras del condado de Birmingham, en una oferta que puede suponer ingresos de otros 3.500 millones de euros.