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Cajasur desafió anoche al Ejecutivo de Griñán y amaga ahora con retirarse del proceso de fusión ya en marcha con Unicaja si el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía aprueba el decreto de reforma de la Ley de Cajas de Ahorros en los tíérminos que contiene el borrador, al entender que abre la puerta a que se diluya la presencia de la Iglesia en los órganos de gobierno en futuras integraciones.
í‰sta es la postura oficial que la caja de ahorros cordobesa fijó a travíés de un comunicado al filo de las 22 horas del lunes, mientras el PSOE seguía negociando un acuerdo con los grupos parlamentarios de la oposición (PP e IU).
Cajasur entiende que el decreto-ley que la consejera andaluza de Economía y Hacienda, Carmen Martínez Aguayo, llevará hoy a la reunión del Consejo de Gobierno es «inasumible» y «no da cobertura» al protocolo de fusión, aprobado por el consejo de administración de la entidad cordobesa el pasado 27 de julio. La caja que controla la Iglesia se siente traicionada por la Junta.
De aprobarse hoy la reforma de la ley con este tenor, la entidad «descartaría una eventual fusión en los actuales tíérminos, ya que, según la entidad fundadora [la Iglesia], dejaría en el aire las adecuadas garantías relativas a la defensa del empleo, la obra social y el futuro de la especial relación de la nueva entidad con Córdoba».
Dudosa presencia de la Iglesia
La pretensión de la Iglesia es que, ante otra eventual fusión, sea necesario el concurso del legislador para «alterar los derechos» que hasta ahora le otorga la ley. De salir adelante el decreto-ley redactado por la Junta, la representación del Cabildo Catedralicio en los futuros órganos de gobierno se adecuaría mediante «simples modificaciones estatutarias» y «obviaría la vocación de perdurabilidad en una norma con rango de ley para cuestiones cruciales, como en su día se acordó». Se iría sencillamente diluyendo su poder, una vieja pretensión que el PSOE ya intentó durante su guerra en la etapa de Miguel Castillejo.
Cajasur sostiene que, con esta postura, «no pretende bloquear» las modificaciones futuras ni el crecimiento de la caja. Prueba de esta disposición, recuerda, es que ya ha trasladado a la Consejería de Economía y Hacienda su «renuncia expresa» a mantener la duración del mandato de los miembros del Cabildo –de forma indefinida hasta cumplir 75 años, en lugar de la limitación a 12 años para el resto– y las «peculiaridades de la designación».
Claro que esto estaba condicionado a que en la redacción final del texto se recogieran las «suficientes garantías» de representatividad de la Iglesia, lo que –al cierre de esta edición– no constataban.
La reacción de Cajasur se producía horas despuíés de que, en declaraciones a Efe, Griñán justificara la elección del decreto ley por el carácter de urgencia y excepcional de la fusión.
«Todo lo que sea regulación de las cajas de ahorros en general que no tengan relación directa o indirecta con los posibles procesos de fusión no van a entrar en el decreto ley», afirmó el presidente andaluz.
La nueva ley afectará a la prórroga de los mandatos de gestores y directivos para que puedan pilotar esta fusión, un proceso «complicado» al estar involucradas tres entidades (Unicaja, Cajasur y Caja de Jaíén).