Por... ANDREW TAYLOR
El Senado de Estados Unidos aprobó un nuevo proyecto de ley que busca estimular el empleo mediante la concesión de exenciones fiscales a las empresas que contraten nuevos trabajadores, un hecho que le dio al presidente Barack Obama y a los demócratas una victoria muy necesitada.
Además, el proyecto subvencionará programas de obras públicas hasta fines de año e inyectará otros 20.000 millones de dólares en ese sector. Algunos economistas dijeron que las exenciones fiscales podrían crear 250.000 empleos.
Es la primera de las medidas prometidas por los legisladores demócratas para la creación de empleo, que además desean subvencionar a los estados para pagar sus díéficit presupuestarios y a los propietarios de viviendas para que aumenten su eficiencia en el consumo de energía.
La iniciativa fue aprobada por 70-28 votos y pasará ahora a la Cámara de Representantes, que aprobó un programa mucho más ambicioso en diciembre.
Muchos representantes consideran demasiado modesto el proyecto del Senado, pero seguramente lo aceptarán y remitirán a Obama para su firma a fin de proclamar una victoria. Los líderes demócratas se apresuraron a agregar que otros proyectos de ley para estimular el empleo aparecerán en breve.
El proyecto tiene dos importantes previsiones. Eximirá a las empresas que contraten trabajadores sin empleo de pagar el impuesto del 6,2% de la Seguridad Social hasta fines de diciembre y les dará un críédito adicional de 1.000 dólares si los nuevos empleados permanecen en ese empleo un año.
Los 35.000 millones de dólares aprobados por el Senado son muy inferiores a los 862.000 millones de dólares de estímulo económico aprobados el año pasado.
La medida superó un escollo clave el lunes, cuando el senador republicano Scott Brown, reciíén elegido, y otros cuatro republicanos se pasaron a las filas gubernamentales para concluir las maniobras legislativas dilatorias, conocidas como "filibusterismo".
En total, 13 republicanos votaron el miíércoles a favor del proyecto. El único demócrata que se opuso fue Ben Nelson.
El senador Judd Gregg, máximo republicano en la Comisión Presupuestaria del Senado, criticó la iniciativa, alegando que aumenta el díéficit presupuestario. Agregó que la medida desmiente la promesa de los demócratas que requiere que los nuevos programas de gastos no aumenten el díéficit.
"No creo que en este país se cree trabajo pasando más y más deudas a la próxima generación", dijo Gregg.