La noticia de que el cantante Luis Miguel está ingresado desde hace dos semanas ha resultado de lo más sorprendente. Las causas de su hospitalización en el Cedars Sinai de Los íngeles no están nada claras, ya que el mexicano no ha dicho nada al respecto. Los medios latinoamericanos han especulado con una infección estomacal, una recaída en las drogas e incluso unas pruebas de ADN solicitadas por un empresario que asegura ser su padre. La hipótesis que gana fuerza es que Luis Miguel está grave por las complicaciones derivadas de una cirugía estíética, despuíés de que una bacteria le contaminara varios de sus órganos, entre ellos, los pulmones. Al parecer, las únicas personas autorizadas para visitarle son su representante, Alejandro Asensi, su hija, Michelle Salas, y su hermano, Alejandro Basteri. Pese a la preocupación que ha provocado entre sus seguidores su estado de salud, Luis Miguel ha seguido su línea habitual y ha mantenido el hermetismo en torno a su vida privada.