El proyecto de Ferrovial para ampliar su principal aeropuerto británico, mediante una inversión de 9.000 millones de libras (10.080 millones de euros), va a quedar en suspenso ante una sentencia judicial que califica de "insostenible" la autorización otorgada por el Gobierno a esa iniciativa.
En respuesta a una denuncia de un grupo de políticos, organizaciones ecologistas y asociaciones vecinales, el juez Robert Carnwath exige al Ministerio de Transportes de Reino Unido que reconsidere el permiso otorgado a la extensión de Heathrow para ajustar su decisión a la nueva normativa medioambiental.
Según Carnwath, la autorización concedida en enero del año pasado está basada en "requerimientos medioambientales caducados", por lo que pide al Gobierno que inicie un nuevo proceso consultivo antes de dar vía libre a la inversión.
En la práctica, la sentencia puede retrasar varios años la ampliación de Heathrow, que es apoyada por el Gobierno y las principales organizaciones empresariales de Reino Unido. Sin embargo, es probable que el Ministerio de Transportes presente una apelación contra el dictamen conocido hoy.
Ferrovial, que es dueña de Heathrow desde que compró el grupo aeroportuario BAA en 2006, pretende construir una tercera pista y una sexta terminal en esa instalación, para facilitar 125.000 vuelos anuales más.
Tras vender el aeropuerto de Gatwick en 2009, Heathrow aporta cerca del 80% de los beneficios operativos anuales de BAA. La estrategia de Ferrovial pasa por concentrar sus recursos en este aeropuerto. La ampliación del principal aeropuerto británico tambiíén está amenazada por la posición del Partido Conservador, que quiere dar marcha atrás a ese proyecto si gana las elecciones previstas para el mes de mayo.
