Pitido inicial para un Mundial de Fútbol inmune a la crisis11-06-2010 , por L. Junco
Ya han pasado cuatro años desde que la Italia de Fabio Cannavaro se alzase con el título de Campeones del Mundo de 2006, en la Copa del Mundo de Alemania.
Ahora, el planeta vuelve a vibrar con el mayor evento futbolístico, aunque el mundo de hoy poco se parece al de hace cuatro años. Tan sólo doce meses despuíés del torneo alemán, en el verano de 2007, comenzaron a temblar los cimientos del mercado de capitales debido a las por entonces desconocidas hipotecas subprime, a las que siguieron el rescate de la mayor parte de los mercados, la caída de estandartes del capitalismo como Lehman Brothers o General Motors y, en España, la mayor crisis económica y laboral de los últimos años.
Durante este tiempo en el que el mundo estaba (y sigue) inmerso en el desarrollo de un nuevo modelo económico y financiero, el fútbol ha seguido un ritmo completamente opuesto. La Federación Internacional de Fútbol Amateur (Fifa) ha conseguido seguir haciendo negocio durante unos ejercicios muy duros para la mayoría de empresas.
Este año, no sólo será el primero en el que se reparta dinero a los clubes por prestar sus jugadores a las selecciones nacionales, sino que, además, se ha incrementado la partida de premios un 61% respecto al Mundial de Alemania.
Mientras que, en 2006, se destinaron 261 millones de euros entre los equipos participantes; este año, la Fifa repartirá 420 millones. El aumento de los ingresos de la Fifa, del 40% respecto a 2006, hasta 1.060 (casi la misma cifra de negocio de la UEFA Champions League), se debe, principalmente, a los acuerdos de patrocinio y a los derechos de televisión, que llegan a representar el 70% de los ingresos, según un estudio de la consultora PrimeTime Sport.
En 2007, la Federación cambió su modelo de negocio de patrocinio, con lo que se garantizaba acuerdos a largo plazo (vendió paquetes hasta 2014) y una cifra de negocio superior en 200 millones de euros, según los expertos, respecto a la estrategia empleada en el anterior torneo. Según explica Esteve Calzada, consejero delegado de Prime Time Sport, incluso Visa, que fue el último gran sponsor en firmar, llegando al acuerdo ya con una acuciante crisis, no bajó el precio del patrocinio.
Efectos
A pesar de que, dentro del terreno de juego, no se sufra la crisis económica, ya que las selecciones convocadas son las más valiosas de los últimos años; fuera de los estadios, la cosa es distinta. La elección de Sudáfrica se realizó con la intención de favorecer el desarrollo de un país, que verá frenado el aumento de su riqueza, debido a la caída del poder adquisitivo de los aficionados. Se estima que a Sudáfrica se desplazarán 300.000 turistas, un 30% menos de lo previsto hace cuatro años, lo que complica tambiíén rentabilizar los hospitalities de los patrocinadores.