En inglíés la palabra DRIPs quiere decir "gotas", pero en el mundo de las finanzas cuando decimos DRIPs (que son las siglas de Dividend Reinvestment Plans) nos estamos refiriendo a los Planes de Reinversión de Dividendos que ofrecen la oportunidad de comprar acciones directamente de compañías de la Bolsa sin tener que pagar comisión.
Son poco aprovechados
Estos planes fantásticos para crear ganancias sin muchos riesgos ni sacrificios, han existido desde los años 60. Sin embargo, menos de un 50 por ciento de los inversionistas de este país los aprovechan.
Una de las grandes ventajas de los DRIPS es que permiten comprar acciones directamente (inclusive una sola acción) de las compañías, en cantidades pequeñas o grandes y veces a precio de descuento en comparación con su costo en el Mercado.
De quíé se trata
Los DRIPs, más que la compra tradicional de acciones, les dan a sus inversionistas la ventaja de sacarle provecho al míétodo del Dollar Cost Averaging, que consiste en gastar la misma cantidad de dinero durante largos periodos de tiempo en la compra de acciones, no importa el precio al que estíén. A largo plazo, reinvirtiendo constantemente en la misma compañía las ganancias producidas y comprando más acciones con esos dividendos, los dueños de DRIPS pueden obtener excelentes resultados, teniendo en cuenta además que no hay que pagar costos de corretaje.
A esto añádase el beneficio del aumento del valor de las acciones durante el tiempo que el inversionista posea un DRIP. Aunque, naturalmente, tambiíén hay que considerar que en ocasiones ese valor puede bajar.
Pocas desventajas
Como todo, los DRIPs tienen sus desventajas. Por ejemplo, el inversionista debe llevar una cuenta precisa de muchas pequeñas transacciones, sobre todo si se poseen varios DRIPs durante varios años. Además, el inversionista debe seguir forzosamente el calendario de compra que le marca el DRIP y puede que el precio de una acción baje despuíés de haberla adquirido. Sin embargo, puedes irte del DRIP cuando lo desees si ves que no te conviene.
Así y todo, las ventajas de los DRIPs son mucho mayores que sus desventajas, sobre todo si no dependes de recibir dividendos y puedes mantener objetivos de inversión a largo plazo. El DRIP, como lo dice su nombre, tiene la fuerza y la constancia de una gota de agua a lo largo del tiempo.