A pesar de que continúan las turbulencias de la deuda europea, las bolsas siguen mostrando una resistencia encomiable; hace un mes, se estarían despeñando. Y así, fue. Wall Street mantuvo las subidas al cierre. El Dow Jones subió un 0,24%, el S&P 500 se anotó el 0,13% y el Nasdaq, el 0,28%.
Así pues, nueva jornada de transición en zona de resistencia clave. Algo que es normal despuíés de la reciente subida y dada la importancia de estos niveles. Pero no durará mucho: en los próximos días el mercado tendrá que lanzar el ataque definitivo o venirse de nuevo abajo.
Ayer, aparte de ignorar los problemas de Europa, Wall Street fue capaz de sobreponerse a una serie de decepciones económicas. Las demandas de subsidios de paro subieron cuando se esperaba una caída, el índice de la Fed de Filadelfia mostró una ralentización económica mayor de lo esperado y el indicador adelantado subió menos de lo previsto. El IPC bajó el 0,2% cuando se esperaba un 0,1%.
El euro mantuvo su sorprendente subida contra el dólar, el petróleo recortó hasta 76,36 dólares y el oro subió a 1.249,4. Los bonos subieron en precio con el dinero que salía de Europa y su rentabilidad cedió hasta el 3,19%.
Hoy viernes no habrá datos relevantes en EEUU.