Un excelente efecto purificador se obtiene mediante otro modo probado - el fuego de la vela, la chimenea, la hoguera... Ese fuego no sólo regala calor, sino tambiíén ennoblece alrededor la atmósfera psicoenergíética. Hay en la llama abierta algo que hechiza, algo místico. Puede ser que los esotíéricas tienen razón cuando afirman que la llama pertenece al mismo tiempo a dos mundos: y a nuestro, visible y físico, y al mundo fino - "transmundano", que influye sobre nuestra mentalidad. La llama de la vela o la hoguera purifica de todo, pero existen exepciones.
Es importante no sólo librarse de sustancias negativas, sino tambiíén atraer a la casa la energíética positiva. Para hacerlo cuelguen sobre las paredes tales «magnetos positivos», como los iconos y las imágenes sagradas, los paisajes de paz y las naturalezas muertas. Aconsejan a veces dibujar mentalmente cruces de fuego sobre las paredes y el techo …
Con todo no es el medio principal. Ningún metodo de "limpieza" ayudará para mucho tiempo, si en la casa continúa reinando la atmósfera de broncas, la malicia, las ofensas …, tambiíén si en la casa continuirán viviendo los narcómanos y borrachos. Resulta aquí el círculo de dependencia. Todo esto atrae a sustancias. Al encontrar condiciones adecuadas, los seres tratan de reforzar sus posiciones e inducen constantemente a las personas a emborrachamiento, drogas, y a escándalos en la familia.