La semana pasada no se produjo el esperado ataque definitivo de los alcistas que confirmara la ruptura de resistencias, pero la corrección fue mínima y dejó todo igual para que esta semana pueda producirse por fin el asalto. De hecho, los movimientos del viernes son muy favorables para los alcistas, pero deben superar niveles como los 1.130 del S&P 500 para poder cantar victoria.
Eso va a depender esta semana de una serie de importantes datos económicos, despuíés de que la pasada el mercado apenas contase con referencias de relevancia.
Para empezar, hoy veremos la reacción al endurecimiento -mayor de lo esperado- de los requisitos de solvencia de la banca mundial aprobados ayer por el Comitíé de Basilea. En principio, se trata de una mala noticia que debe provocar hoy cierto castigo al sector en el mercado, aunque tampoco pilla de sorpresa a nadie, así que los precios ya lo contemplaban en buena medida.
Hoy lunes tambiíén tendremos el díéficit público en EEUU. Mañana martes conoceremos el primer gran dato de la semana: las ventas minoristas, para las que se espera un crecimiento del 0,3% tras el 0,4% del mes anterior. Este dato es la mejor medida de la evolución del consumo, la clave para salir de la crisis. Ese mismo día se conocerán tambiíén los inventarios empresariales.
El miíércoles será el día de la producción industrial (previsión del 0,1%), los precios de importación y el índice Empire State de actividad en Nueva York. El jueves llegarán el índice de la Fed de Filadelfia (para el que se espera una recuperación tras el mal dato del mes anterior), los precios industriales, el díéficit por cuenta corriente y las demandas de subsidios. El viernes, finalmente, tendremos el IPC y el índice de confianza de la Universidad de Michigan.
En la resolución de la decisiva batalla en que nos encontramos, tambiíén será muy relevante la evolución de la volatilidad -que se ha reducido notablemente en el ataque alcista- y de los bonos. La semana pasada retomaron las caídas de precios que habían acompañado inicialmente a la subida de la bolsa, aunque por el camino vimos un rebote que los llevó casi a los máximos del rally de finales de agosto.
