Por... Mariana Hernández
Los mexicanos demandan al año alrededor de 1.2 millones de viviendas, tanto nuevas como para una mejora o para la autoproducción.
Los bancos son las instituciones financieras mejor evaluadas en cuanto a la transparencia y calidad de la información que proporcionan a sus clientes sobre críéditos hipotecarios, informó la Condusef.
De acuerdo con el Calificador de Críédito Hipotecario de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), en marzo pasado los bancos obtuvieron una calificación definitiva promedio de 8.8, sobre un máximo de 10.
Le siguieron las entidades de ahorro y críédito popular (EACP) con una calificación de 5.4, las Sociedades Financieras de Objeto Limitado (Sofoles) con 5.0, y las Sociedades Financieras de Objeto Múltiple (Sofomes) No Reguladas con una nota de 4.2.
La mayoría de las instituciones llevó a cabo las modificaciones necesarias para mejorar su calificación en beneficio de sus clientes, pues en febrero pasado la calificación preliminar promedio fue de 5.0 para bancos, de 2.4 para EACP, de 3.7 para Sofoles, y de 3.0 para Sofomes No Reguladas.
El Calificador de Críédito Hipotecario es una herramienta que permite conocer la transparencia y calidad de la información que una institución financiera proporciona a sus clientes, refiere el organismo el un comunicado.
Aclara que no se evalúa a la institución financiera en general, ni tampoco aspectos cuantitativos o la bondad del producto, sólo la información que da estructura y publicidad al producto de críédito hipotecario para casa habitación.
“A partir de un contrato claro, un estado de cuenta entendible e información suficiente, se pueden sentar las bases para el desarrollo de un excelente productoâ€, subraya la Condusef.
Existen algunos bancos que condicionan la contratación del producto a la contratación de otro (una cuenta de depósito que se ocupa como medio de pago del críédito), situación que se aparta de las sanas prácticas.
Otra de las observaciones más recurrentes de la revisión fue que las instituciones establecen, dentro del clausulado de su contrato, la posibilidad de poder cargar cualquier adeudo derivado del críédito a cualquiera de las cuentas que tenga el usuario.
Del financiamiento total a los hogares, el críédito a la vivienda representa 70%, con el equivalente a 1 billón 391 mil millones de pesos a diciembre pasado, y el restante 30% corresponde al críédito al consumo en sus diversas modalidades.
Los mexicanos demandan al año alrededor de 1.2 millones de viviendas, tanto nuevas como para una mejora o para la autoproducción.
Es importante por ello que los interesados comparen las opciones de críédito que existen en el mercado, pues entre la opción más barata y la más cara existe una diferencia de 30% de precio, y para ello pueden consultar dicho simulador en la página electrónica
www.condusef.gob.mx.