El Tesoro sale al mercado con una subasta clave en un escenario que no se hubiera podido imaginar ni en sus mejores sueños. El martes por la noche ocurrió el milagro. Moody´s sorprendió al mundo manteniendo el rating de la deuda española y el diferencial se desplomó por debajo de los 385 puntos básicos, con la rentabilidad de los bonos en mínimos desde marzo.
De hecho, es la primera subasta desde que volvió el foco de atención sobre España en la que en la víspera los inversores no hacen subir la prima de riesgo, aunque sea ligeramente, para tratar de arañar alguna díécima más de rentabilidad.
Un dibujo muy distinto al que había justo hace un mes, cuando el organismo que preside Iñigo Fernández de Mesa decidió probar la profundidad del mercado vendiendo un diez años y al final sólo adjudicó 858 millones de euros y se centró en el medio, mientras las revueltas en la calle, los rescates de comunidades autónomas y el avispero independentista de Cataluña abrían no sólo los medios nacionales, sino los principales diarios internacionales.
Ayer, en cambio, el mercado secundario era una fiesta. Las sombras de los últimos meses se han borrado de un plumazo y no solo para la deuda española. Mientras que el bono a diez años caía al 5,4%, el cinco años al 3,5% y el dos años al 2,6%, en Portugal la subasta se saldaba con una rentabilidad del 2,1% para las letras a doce meses, menor que la que pagó el Tesoro patrio el martes y a pesar de que el país vecino tuvo que ser rescatado por no tener acceso a los mercados, algo que con España no ha ocurrido ni de lejos.
Hoy el Tesoro sale con un julio 2015 y cupón 4%, un octubre 2016 y cupón 4,25% y obligaciones con vencimiento enero 2022 y cupón 5,85%, con los que espera captar en total 4.500 millones de euros. Aunque todo apunta que con las rentabilidades en el mercado gris en los mismos niveles en los que se encontraban en el primer trimestre, antes de que volviera la presión sobre España, va a superar los objetivos, como ya hiciera el martes.
Así, durante el mes de marzo, el Tesoro hizo acopio de liquidez superando, subasta tras subasta, la cantidad máxima prevista. Sin embargo, en esta ocasión, las obligaciones con vencimiento a diez años van a compartir cartel con bonos a medio plazo, que están respaldados por el Banco Central Europeo, dado que son los plazos que contempla el OMT, con lo que acapararán el grueso de la demanda.
Por otro lado, la clave de hoy será la demanda y, sobre todo, la demanda extranjera. Tras meses sin querer aparecer, los inversores internacionales han empezado a cambiar poco a poco la percepción respecto a los perifíéricos y, de hecho, Pimco y Blackrock ya han comenzado a comprar deuda soberana europea de países ‘de riesgo’ en detrimento del refugio que pueda ofrecer Alemania.
En cualquier caso, ha transcurrido ya la mitad del tan temido octubre y, de momento, está siendo un paseo. Con unos vencimientos de 34.000 millones de euros, incluidos intereses, los inversores veían este mes como la prueba de fuego, el deadline y el momento de la caída de España. De momento no ha sido así y, salvo una catástrofe, el país va a superar hasta con nota la prueba.
Y es que gracias a la estrategia llevada a cabo por la secretaría dependiente del Ministerio de Economía de cargarse de liquidez, aprovechando las ventajas que ofrecía el carry trad que provocó las dos megainyecciones de liquidez (LTRO) del BCE a los bancos entre diciembre y enero, el Tesoro ha podido superar los meses críticos, entre abril y agosto, sin más apuros de la cuenta. De hecho, ya en el primer trimestre tenía cubiertas el 47% de sus necesidades de financiación para todo 2012 y a estas alturas del año tiene el 88% de las mismas