Goldman Sachs propone a Barclays que salga de España
Londres Roberto Casado para Expansión
Los analistas han empezado a anticipar las posibles conclusiones del plan estratíégico que prepara Barclays para el próximo año, una de la cuales podría ser la decisión de abandonar el mercado español. Según un informe publicado ayer por Goldman Sachs, la entidad británica debería cerrar o vender sus filiales de banca minorista en Europa continental, ya que tienen "bajos ingresos, baja eficiencia y costes de financiación elevados".
El negocio en España es el principal de Barclays en Europa continental, por delante de Italia, Francia y Portugal. Goldman opina que el banco podría abandonar tambiíén su actividad de banca corporativa en esos países.
Frederik Thomasen, analista de Goldman en Londres, cree que el coste de esa decisión podría superar los cinco mil millones de libras (6.250 millones de euros), ya que los activos tendrían que ser vendidos a un precio inferior a su valor contable en libros.
Los analistas de Morgan Stanley, por su parte, consideran que la salida de la "periferia europea" por parte de Barclays sería bien acogida por los inversores, aunque podría suponer un coste inicial de 2.200 millones de libras (2.800 millones de euros).
A juicio de Goldman, "la liquidación o venta del negocio de banca minorista y corporativa fuera de Reino Unido ofrece la combinación mas atractiva entre consumo de capital ahora y mejora de la rentabilidad futura para Barclays". Según sus cálculos, esa operación reduciría entre 30 y 40 puntos básicos el ratio de capital de la entidad, pero mejoraría su rentabilidad anual en 40 puntos básicos. Además, "la transacción mejoraría el perfil financiero del grupo, dado que esas operaciones tienen un elevado ratio de príéstamos sobre depósitos".
Anthony Jenkins, consejero delegado de Barclays, dijo en una reunión con inversores en octubre que la entidad está analizando "cada negocio de forma intensa" antes de anunciar su plan estratíégico en febrero de 2013. En principio, la entidad prefiere adoptar medidas de reestructuración en sus negocios principales, antes que una retirada completa como sugiere Goldman.
Antes de ser consejero delegado, Jenkins era el responsable de banca minorista de Barclays e impulsó un plan de cierre de más de cien sucursales en España. Por ahora, su estrategia es orientar el banco en Europa continental hacia los segmentos de clientes con poder adquisitivo medio y alto.